Por: Julio Pomar
Agrego mi voz, mi firma y mi apoyo a los de más de 200 colegas periodistas, analistas, académicos y amigos, que se han pronunciado porque no desaparezca la revista Forum, encabezada por el digno y probo periodista Eduardo Ibarra Aguirre, con 17 años de dignísima existencia. Con ese fin, me permito utilizar mi propio espacio, Palenque, en difundir el texto de la carta que está en circulación desde hace dos semanas con la denuncia de acosos desde el actual poder público y la petición de solidaridad a todos los mexicanos que aprecian y propugnan la vida democrática de México.
El texto es el siguiente, con el encabezado que se muestra a continuación:
Pretende el gobierno acallar a Forum
La revista Forum, que dirige el muy respetado periodista Eduardo Ibarra Aguirre, está en la mira de los represores oficiales, con la intención de acallarla, asfixiándola económicamente. Desde diversas dependencias oficiales encargadas de administrar dineros públicos presupuestales --que son de absolutamente todos los mexicanos, pues se integran con las contribuciones fiscales de todos los que aportamos esos recursos vía impuestos-- se le está negando la publicidad con la que durante casi 17 años ha subsistido honesta y combativamente este importante foro de opiniones y noticias.
La intención de ponerlo en la “lista negra” de las publicaciones incómodas, según le han dicho discretamente a Eduardo Ibarra Aguirre, es evidente, en consonancia con el camino trazado en este sexenio: ahogarla, o que deje de ser crítica y deje de seguir ejerciendo la libertad de expresión y de prensa; o sea, que se someta al arrogante planteamiento oficial de marchar por la senda de las obediencias, o desaparecer.
Los antecedentes son categóricos: La negativa desde el gobierno de Vicente Fox a otorgarle publicidad a la revista Proceso, como práctica punitiva que continúa la actual administración. El caso de José Gutiérrez Vivó con su programa radial Monitor de más de 30 años de existencia, plural y abierto a todas las voces, está hace tiempo en la misma mira represora y lo han obligado a recortar sus espacios mediante la asfixia económica. El diario La Jornada, asimismo, ha sido permanentemente víctima de esta política de restricciones, por ejercer abiertamente la libertad de expresión y de prensa. Lo mismo la revista Contralínea, de Miguel Badillo, por sus denuncias de corrupciones en las filas oficiales, especialmente en Pemex, ahora que está abierto el debate nacional sobre el petróleo.
En otro orden de represiones, Carmen Aristegui fue castigada por Televisa Radio, con la evidente connivencia de círculos oficiales, y desaparecido su importante noticiero matutino en “La W”. A Lydia Cacho, hasta la Suprema Corte de Justicia la ha ajusticiado al absolver de toda culpa a sus poderosos agresores políticos, por denunciar la valiente periodista en su libro Los demonios del Edén una red de pederastas que operan en México.
Son muchísimos, incontables, los medios de difusión o periodismo que en todo el país han tenido que desaparecer ante la política represora del actual gobierno, y los que sobreviven lo hacen bajo el amago de las presiones económicas oficiales, que se suman a los atentados que sufren los periodistas sin que hasta la fecha haya sido castigado uno solo de los asesinos de periodistas.
Entre represiones económicas y atentados directos oscila hoy la suerte de los auténticos periodistas.
Ahora está en turno Forum. El actual régimen, con un discurso hipócrita de garantizar la libertad de prensa y de expresión, bajo la mesa le niega a la revista recursos que son de todos los mexicanos, arrogándose la propiedad y el manejo arbitrario y absoluto de los mismos. Estamos, pues, ante otro intento en marcha de atentado a la libertad de expresión.
Estas líneas son para convocar a todos los mexicanos, a todos los sectores políticos y sociales, de todas las ideologías o posiciones, y hasta a las empresas que tienen en alto los valores de nuestra vida democrática, a oponerse a este nuevo intento de acallamiento de Forum, que ni siquiera se pretendió en los peores tiempos del viejo régimen autoritario.
Suma tu voz y tu firma a esta protesta.
Forum no debe desaparecer.
Forum debe seguir siendo un medio vivo y actuante en nuestra arena social democrática.
Agrego mi voz, mi firma y mi apoyo a los de más de 200 colegas periodistas, analistas, académicos y amigos, que se han pronunciado porque no desaparezca la revista Forum, encabezada por el digno y probo periodista Eduardo Ibarra Aguirre, con 17 años de dignísima existencia. Con ese fin, me permito utilizar mi propio espacio, Palenque, en difundir el texto de la carta que está en circulación desde hace dos semanas con la denuncia de acosos desde el actual poder público y la petición de solidaridad a todos los mexicanos que aprecian y propugnan la vida democrática de México.
El texto es el siguiente, con el encabezado que se muestra a continuación:
Pretende el gobierno acallar a Forum
La revista Forum, que dirige el muy respetado periodista Eduardo Ibarra Aguirre, está en la mira de los represores oficiales, con la intención de acallarla, asfixiándola económicamente. Desde diversas dependencias oficiales encargadas de administrar dineros públicos presupuestales --que son de absolutamente todos los mexicanos, pues se integran con las contribuciones fiscales de todos los que aportamos esos recursos vía impuestos-- se le está negando la publicidad con la que durante casi 17 años ha subsistido honesta y combativamente este importante foro de opiniones y noticias.
La intención de ponerlo en la “lista negra” de las publicaciones incómodas, según le han dicho discretamente a Eduardo Ibarra Aguirre, es evidente, en consonancia con el camino trazado en este sexenio: ahogarla, o que deje de ser crítica y deje de seguir ejerciendo la libertad de expresión y de prensa; o sea, que se someta al arrogante planteamiento oficial de marchar por la senda de las obediencias, o desaparecer.
Los antecedentes son categóricos: La negativa desde el gobierno de Vicente Fox a otorgarle publicidad a la revista Proceso, como práctica punitiva que continúa la actual administración. El caso de José Gutiérrez Vivó con su programa radial Monitor de más de 30 años de existencia, plural y abierto a todas las voces, está hace tiempo en la misma mira represora y lo han obligado a recortar sus espacios mediante la asfixia económica. El diario La Jornada, asimismo, ha sido permanentemente víctima de esta política de restricciones, por ejercer abiertamente la libertad de expresión y de prensa. Lo mismo la revista Contralínea, de Miguel Badillo, por sus denuncias de corrupciones en las filas oficiales, especialmente en Pemex, ahora que está abierto el debate nacional sobre el petróleo.
En otro orden de represiones, Carmen Aristegui fue castigada por Televisa Radio, con la evidente connivencia de círculos oficiales, y desaparecido su importante noticiero matutino en “La W”. A Lydia Cacho, hasta la Suprema Corte de Justicia la ha ajusticiado al absolver de toda culpa a sus poderosos agresores políticos, por denunciar la valiente periodista en su libro Los demonios del Edén una red de pederastas que operan en México.
Son muchísimos, incontables, los medios de difusión o periodismo que en todo el país han tenido que desaparecer ante la política represora del actual gobierno, y los que sobreviven lo hacen bajo el amago de las presiones económicas oficiales, que se suman a los atentados que sufren los periodistas sin que hasta la fecha haya sido castigado uno solo de los asesinos de periodistas.
Entre represiones económicas y atentados directos oscila hoy la suerte de los auténticos periodistas.
Ahora está en turno Forum. El actual régimen, con un discurso hipócrita de garantizar la libertad de prensa y de expresión, bajo la mesa le niega a la revista recursos que son de todos los mexicanos, arrogándose la propiedad y el manejo arbitrario y absoluto de los mismos. Estamos, pues, ante otro intento en marcha de atentado a la libertad de expresión.
Estas líneas son para convocar a todos los mexicanos, a todos los sectores políticos y sociales, de todas las ideologías o posiciones, y hasta a las empresas que tienen en alto los valores de nuestra vida democrática, a oponerse a este nuevo intento de acallamiento de Forum, que ni siquiera se pretendió en los peores tiempos del viejo régimen autoritario.
Suma tu voz y tu firma a esta protesta.
Forum no debe desaparecer.
Forum debe seguir siendo un medio vivo y actuante en nuestra arena social democrática.
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