Por Pedro Echeverría V.
1. El Plan México (o Iniciativa Mérida) tiene un enorme significado para el gobierno de EEUU porque en corto tiempo le permitirá penetrar más directamente en México y Centroamérica. Su negocio en este momento es venderles a sus lacayos del sur todo el armamento necesario, otorgar todo el entrenamiento y las estrategias de intervención militar; pero más tarde, cuando el gobierno mexicano grite: “la patria está en peligro”, de inmediato tendremos aquí al ejército yanqui para “salvar al país” del peligro que lo acecha, así como para garantizar las propiedades e inversiones de sus connacionales. En estos países al sur del Río Bravo, no puede decirse que EEUU está buscando un resquicio para meterse porque desde hace un siglo está adentro dominando economía y política. Lo que ahora busca es asegurarse militarmente ante el avance de los grupos que se oponen a su política imperial. Por eso ha buscado encerrarse tras un muro de piedra electrizado y cercado por batallones de soldados.
2. Para EEUU entrenar soldados de un ejército significa no solo entrenamiento físico brutal, tal como se puede ver el la película de Kubrich, Cara de Guerra; significa un absoluto “lavado de cerebro” que consiste en el cambio total de valores para imponer una ideología de defensa al poder y de odio hacia quienes se oponen a él. Un soldado o jefe militar entrenado por el ejército de los EEUU es un personaje que ha sido bloqueado mentalmente a fin de que sólo aprenda a escuchar la voz de mando. Quien pretenda que un soldado entrenado e ideologizado en EEUU entienda razones que van contra su dogma o contra el “chip” que le han metido en la cabeza, estará equivocado. Ese es el objetivo que persigue la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los EEUU al comprometerse a entrenar a los militares que se le propongan. ¿Para que se necesitarán soldados yanquis en México si los mexicanos y centroamericanos entrenados allí, en sus escuelas de Panamá y Miami, salen aptos para hacer lo mismo?
3. Dana Perino, vocera de la Casa Blanca , señaló que Estados Unidos espera una mayor cooperación con México en el área de inteligencia tras la aprobación de fondos de la Iniciativa Mérida (Plan México) para la lucha antinarcóticos. La cooperación estrecha con los países participantes de esa medida, que incluye también a Centroamérica, abarca el sistema de inteligencia y la capacitación del personal. “Vamos a ayudar con mucho entrenamiento allí, lo cual considero esencial para mejorar la situación”, recalcó sobre los 400 millones de dólares que se destinarán a México bajo esa iniciativa y 65 millones para Centroamérica. Los recursos destinados a México ayudarán en el mejoramiento de la aplicación de las leyes, “especialmente en la región fronteriza donde por mucho tiempo ha habido una situación caótica. El presidente (mexicano, Felipe) Calderón ha estado dedicado a tratar de mejorar la situación, y lo ayudaremos”.
4. El gobierno de Bush está preocupado y actuando “para el bienestar y la seguridad de los EEUU”. A pesar de que el gobierno de Calderón se desanimó durante 15 días (porque EEUU le exigía abrirse más) el gobierno de Bush entendió que eran suficientes los acuerdos logrados para los intereses norteamericanos. Le venderán a México helicópteros, armamento, computadoras, avionetas, uniformes, además que entrenarán a miles de militares en todo tipo de intervención contra grupos organizados. Ahora le llaman “delincuencia organizada” a los narcotraficantes, pero desde hace algún tiempo se ha empezado a acusar al EPR, a la APPO , a los zapatistas y a varios grupos más de izquierda, de estar ligados al narcotráfico. Sólo basta con decir que el titular de Seguridad Nacional (Guillermo Valdés) ha declarado que no se puede descartar la posibilidad de que dinero del narcotráfico esté involucrado en las campañas de algunos legisladores; obviamente éstos han protestado.
5. Sólo bastó con que legisladores del PRD y del PRI exigieran la renuncia de Valdés (por dedicarse a espiar descaradamente a la oposición) para que éste revirara con acusaciones que deberá probar para no quedar como un irresponsable mentiroso. La realidad es que (y esto sí está probado) el narcotráfico vive en sus anchas en México entre las clase empresarial, gubernamental y en el más alto nivel del ejército, siendo ello el motivo fundamental por lo que ha resultado casi imposible aminorar su presencia en el país. A casi dos años de mantener el gobierno a muchas decenas de miles de miembros del ejército en las calles de la mayoría de los estados de la República , pareciera que el narcotráfico se ha multiplicado mientras cientos de miembros de militares, así como de otras policías y civiles, caen abatidos por el “fuego cruzado”. Sólo en junio hubo 443 asesinatos relacionados con el narcotráfico.
6. El Plan de EEUU está dirigido a la reconquista total de México y demás países centroamericanos. ¿No se recuerda acaso el Plan Puebla Panamá (PPP), un proyecto impulsado por Vicente Fox y auspiciado por el gobierno de EEUU que involucró a México, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Uno de los pocos países que se mantenía al margen de este tipo de planes e incursiones militares fue Nicaragua, esencialmente por su historia de lucha guerrillera encabezada por el sandinismo, pero tras la llegada al gobierno de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños los militares yanquis comenzaron a transitar el suelo nicaragüense con la cínica excusa de brindar ayuda humanitaria, lo que incluyó el compromiso de que los más de 4.000 militares estadounidenses que ingresarán se encargarán de construir escuelas, centros de salud y brindar asistencia médica a las comunidades campesinas. Así se mantuvo una etapa de continuo golpeteo contra el sandinismo y los grupos de izquierda.
7. EEUU, con el Plan México, parece haber logrado extenderse con facilidad hasta Centroamérica. Además de valerse también del Plan Colombia y del gobierno proyanqui de Perú, parece querer meterse en la llamada Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. Una región riquísima en agua, como puede verse en la cinta cinematográfica La Misión. Desde hace décadas, cuando Paraguay era gobernado por la dictadura de Stroessner, los gobiernos yanquis descubrieron ese punto estratégico. Perece ser, como alguien señaló, otro de los “desvelos de George Bush y sus secuaces”. Con la nueva impronta que le ha dado a los Estados Unidos la lucha contra el terrorismo, el codiciado vértice sudamericano se transformó en una piedra preciosa de la que prontamente quieren apropiarse el imperio estadounidense. En esta región se concentra otro de los centros acuíferos, de reservas subterráneas de agua y biodiversidad más importantes del continente y por eso está puesta la mirada imperial sobre la zona.
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