/ Juvenal González González
Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.
- Oscar Wilde
- Oscar Wilde
Entre la larga lista de despropósitos que han desprestigiado a los políticos profesionales, quizás los más recurrentes son el prometer y no cumplir, y decir una cosa y hacer lo contrario a lo dicho.
Felipe Calderón no es la excepción. Desde su campaña electoral enseñó el cobre. Frente a la mayor popularidad de su contrincante y bajo la consigna de que en la democracia todo se vale (Fox y Castañeda dixit) se soltó el chongo.
Luego de criticar el populismo de López Obrador por "regalar" dinero a los viejitos, sin rubor alguno incorporó esa prestación a su programa (y hoy la presume muy orondo). Frente al compromiso de AMLO y Madrazo de reducir las tarifas eléctricas y los precios de los energéticos, no se quiso quedar atrás y también ofreció lo mismo. Como ya se sabe hizo lo contrario, nos recetó el gasolinazo y decretó aumentos en la luz y el gas.
Prometió ser el "presidente del empleo" y va peor que Fox, que no es cualquier cosa. El chorizo de incumplimientos y mentiras crece proporcionalmente al tiempo que transcurre. En estos días se ha recordado aquella de que iba a "rebasar por la izquierda" a López Obrador. ¿Usted se imagina al tabasqueño prometiendo, con tal de ganar votos, su intención de rebasar a Calderón por la derecha? de locos ¿no?
Lo único que ha cumplido fielmente y ya estamos viendo que lo seguirá haciendo cuéstele lo que le cueste, es seguir por el mismo camino alineándose por la derecha. Para eso lo pusieron y no tiene la intención de fallarles.
Pero las cosas no le están saliendo a pedir de boca. El haberse puesto una casaca verde y una cachucha militar para encabezar "la guerra" contra los narcos, lejos de asustar a los malandrines, les dio más cuerda, cada vez actúan con más descaro. La enorme cantidad de fichas que puso en juego se le agotan rápidamente y ora ni modo que se raje.
La recesión en Estados Unidos se hace cada vez más evidente y la conjura de que ningún huracán salpicará nuestra chalupa, no se la cree nadie. Después del "error de diciembre" y el robaproa, los mexicanos sabemos que cuando se insiste en que nuestra economía está "blindada" y "más fuerte que nunca", es hora de ponerse los salvavidas.
Para ocultar la quiebra del campo mexicano, Calderón nos quiere hacer creer que los grandes empresarios agrícolas y agroindustriales son campesinos y con sus cifras nos da gato por liebre. Los verdaderos campesinos, al igual que Ana Gabriela Guevara, se cansaron de "tocar puertas", "de pisar cagada", se les "acabó la motivación" porque "aman mucho a su país y no soportan la mentira ni la trampa". Como no pueden irse a rumiar su muina a la playa, como afortunadamente lo hará nuestra heroína de las pistas, decepcionados están emigrando a los Estados Unidos o se están aliando con los narcos.
Calderón acorralado mueve sus piezas. Cambió dos peones por un alfil y un caballo (¿negro?). Sacó a una señora que como llegó se fue de la Sedesol (sin pena ni gloria) y a un señor que cobraba harta lana en Gobernación como recompensa por haberlo destapado como candidato a la presidencia.
Puso a unos cuatachos (gobierno de compadres pues). Un actuario en Sedesol que de desarrollo social sabe un pito y un gallego en Gobernación (y no es chiste) que tiene de mexicano lo que yo de sueco.
La carrera política del gallego es curiosa. Nació en Vigo, España y allá vivió hasta los 8 años. Su familia lo trajo a México y se establecieron en Campeche. Hizo su carrera de economía en los Estados Unidos, viajando continuamente a su país natal. Evidentemente a los 26 años no había tenido tiempo para conocer nuestro país, su cultura y su gente. Sin embargo lo pusieron de diputado federal gracias a que su papi fue parte de los "amigos de Fox".
En la Cámara se hizo cuate de Calderón quien 10 años después lo ha convertido en el más poderoso secretario del gabinete. Apenas tomó posesión dejó en claro su filiación derechista al desconocer las razones políticas del EPR. Como lo hacen en España con la ETA, en Colombia con las FARC y en Israel con la OLP. Inglaterra hizo lo mismo con el ERI durante muchos años, hasta que finalmente lograron un acuerdo político. Hoy conviven en paz e Irlanda es ejemplo de prosperidad, pero la derecha no entiende razones.
A propósito de razones, el objetivo central de los cambios calderonistas está en el 2009. El rotundo fracaso del PAN en los procesos electorales del año pasado, prendió los focos rojos en Los Pinos. Por eso rodaron las cabezas, muy a tono con los tiempos panistas, de los titulares de la Segob y Sedesol.
Saben que si pierden las elecciones federales del próximo año, adiós Nicanor, se acabó el circo, se acabó la alegría. Por eso mandó a sus "hombres fuertes" a rifarse el físico, pero con las chequeras gordas para que salven a la patria del peligro populista. Que la familia Mouriño tenga intereses en los negocios petroleros igual que los Bush, es mera coincidencia.
Las cartas están echadas, la derecha va por todas las canicas, hagan su juego señores.
http://www.zacatecasentiemporea
No hay comentarios.:
Publicar un comentario