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23 febrero 2008

El ejército de Calderón allana domicilio de un periodista

Vean que ya la Ley Gestapo sin ser aprobada está siendo puesta en marcha ¿ese México queremos, de pura represión?

El corresponsal en Morelia, Michoacán, del periódico La Crónica de Hoy, Ignacio Roque Madrid, denunció que unos 40 elementos del Ejército, al mando de Felipe Calderon (FECAL), catearon su domicilio y lo encañonaron durante varias horas.

Aunque lo anterior ocurrió el 14 de febrero, el comunicador indicó que la denuncia la hizo hasta ahora debido a que el militar que comandaba a los soldados lo amenazó. Dijo que eran aproximadamente las 21:30 horas del jueves pasado cuando por lo menos 25 soldados rodearon su casa, en la calle Alemania, colonia Valle Quieto, y otros 15 entraron a su domicilio con los rostros cubiertos, a excepción del que iba al mando.

Relató que sin mostrar ninguna identificación ni orden de cateo, los militares le dijeron que, según sus informes, en la vivienda había una persona secuestrada a la cual no encontraron. El reportero responsabilizó al Ejército de lo que pueda ocurrirle a él o a su familia, pues aseguró que lo fotografiaron como 'señal de advertencia'.

Roque Madrid informó al gobernador Leonel Godoy de lo sucedido e interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que la turnó al ombudsman nacional por tratarse de un asunto federal.

En Chihuahua, mientras tanto, los periodistas regionales Dulce Ramos y Marco Antonio Mendoza, que trabajan para el rotativo Diario, denunciaron que fueron encañonados por agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP), quienes les arrebataron una cámara de video en el municipio de Delicias. Dijeron que aproximadamente a las 11 horas del lunes ambos cubrían un operativo en el que participaban unos 20 agentes federales, que viajaban en dos camionetas Ford F150, números 10683 y 10639, quienes les marcaron el alto para pedirles una identificación.

Unas seis cuadras después de la primera detención, ya con los rostros cubiertos con pasamontañas y portando armas largas, los policías federales rodearon de nuevo el vehículo de los periodistas y uno les pidió que apagaran 'esa chingadera' (la cámara de video) y el motor, y que se bajaran del vehículo.

A uno de los periodistas le quitaron la cámara de video, a la que le sacaron el caset, y luego revisaron la camioneta. Minutos después les lanzaron al vehículo sus herramientas de trabajo.

Mientras eran amenazados, los reporteros solicitaron ayuda a la Policía Municipal, que nunca llegó, a pesar de estar a una cuadra del sitio de la agresión.

Hugo Zapata, agente del Ministerio Público Federal adscrito a Delicias, dijo que desconocía la presencia de agentes federales enviados a ese municipio.

Fuente: INFODEMEX

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