ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
¿DARÍA USTED DINERO a su vecino para que colocara una alarma antirrobos sabiendo que no es el propietario de la casa que pretende proteger? ¿Le apoyaría económicamente para contratar y armar a un guardia de seguridad, conociendo que golpeó y violó a su abuelita y justificó su fallecimiento con un falso dictamen médico en el que se atribuía a una gastritis mal atendida la causa del deceso? ¿Le compartiría algunos de sus chalecos antibalas si sabe que va a salir corriendo a vendérselos por una pizcacha a los maleantes de la colonia?
Aunque simplistas, los ejemplos valen para entender el porqué de los condicionamientos que el Comité de Gastos del Senado de los EU ha impuesto a la Administración del señor Felipe Calderón para entregarle escasos 350 millones de dólares con los que le "entra" a esta suerte de "cooperacha" para combatir al crimen organizado que asuela a los territorios de ambas naciones.
Ni loco daría nadie a un vecino problemático apoyos como los que reclaman la Secretaría de Seguridad Pública Federal y la Procuraduría General de la República a sus contrapartes estadounidenses para combatir juntos a la delincuencia, a menos que se establecieran ciertas condiciones. Las más elementales. Que confirmara la legitimidad de la propiedad a proteger. Que no anduviera por ahí golpeando y hasta asesinando a los miembros de su familia. Que desterrara sus prácticas corruptas o, al menos –para que no parezca— no las hiciera tan descaradamente burdas.
Se entiende, aunque no se comparta, la posición de los senadores estadounidenses. Cuidan el dinero de sus contribuyentes. Algo que aquí hasta nos parece descabellado.
"Ninguno de los fondos disponibles conforme a esta sección deben darse hasta que la secretaria de Estado (Condoleezza Rice) determine y reporte que existen procedimientos de escrutinio para asegurar que las fuerzas militares y policiales que reciban los fondos no están involucradas en violaciones a los derechos humanos o en corrupción", señala el proyecto de ley, que obtuvo la agencia Notimex, y que dio a conocer hace unos días.
Insisto: hacen bien los senadores de EU. Cuidan el bolsillo de aquellos a quienes se deben.
Lo criticable en el asunto, en todo caso, no se ubica en Capitol Hill, allá en el omnipresente Distrito de Columbia, sino en la capital azteca. Y es que, ¿de verdad no sabían el señor Calderón y sus secretarios que ante las solicitudes de helicópteros, asesorías, armas y demás gadgets bélicos quienes los pagarían querrían mandar? ¿Que no hasta Santa Claus y los Reyes Magos piden a los niños que, para ser obsequiados, deben portarse bien?
Hoy la posición de la Administración mexicana es de dignidad. No acepta las condiciones del vecino, como no ha admitido que los contribuyentes a quienes supuestamente se debe aquí, le reclamen la legitimidad de la propiedad, la violación de derechos humanos, la enorme corrupción.
Nada nuevo, pues. Lo único distinto es que el "coopelas o cuello" con el que tradicionalmente nos amenazan a los funcionarios a los contribuyentes, se lo están aplicando a ellos.
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