Se Abre de Capa
Por Enrique Cisneros
Era Claro que los desplantes que tenía Calderón de supuesta independencia de los gringos, al exigir (declarativamente) mejor trato a los inmigrantes o al rehacer relaciones con Venezuela, solo persiguen engañar a la ciudadanía, mientras por detrás está acordando que los militares gringos intervengan en México.
Esto que tanto negó y que es semejante al Plan Colombia (solo que corregido y aumentado), fue anunciado ayer por la Canciller Patricia Espinosa quien admitió que ya hay u n paquete gringo de asistencia militar y de seguridad para Calderón, por un total de entre 800 y mil millones de dólares. Agregó la Canciller de Estados Unidos (perdón, la dizque mexicana) que eso es parte en un plan de cooperación de tres vertientes que negocian los gobiernos de México y Estados Unidos.
También declaró que nada de esto se informará públicamente, por lo menos por ahora, pero analistas declararon que esto compromete al gobierno de Calderón a supeditarse a los planes militares norteamericanos, como lo hizo Colombia que empezó recibiendo dinero para formar grupos paramilitares con asesores gabachos y finalmente aceptando la ingerencia de tropas gringas.
La soberanía colombiana la compraron con más de 5 mil millones de dólares de los cuales muchos de ellos se los robaron los mandos militares locales. Los pretextos que usó el gobierno norteamericano para invadir militarmente Colombia (aunque de manera disfrazada como lo pretenden hacer en México) fueron el combate al narco, un endurecimiento en el control del tráfico de armas, la lucha contra la delincuencia y contra el lavado de dinero. Lo real es que fue una gran pantalla para tratar de aniquilar a los grupos armados colombianos que tienen más de 43 años de accionar en ese país.
La canciller mexicana dijo que podía ser más dinero, pero que en principio los militares mexicanos están solicitando siete helicópteros artillados para transporte de tropas, y aviones equipados con equipo infrarrojo y cámaras fotográficas de esos que se usaron en Centroamérica para detectar y asesinar guerrilleros.
Los que van a hacer el negocio por parte de Estados Unidos son las empresas Halliburton, ligada al vicepresidente Dick Chenney misma fue acusada de fraude y que es la que está haciendo negocio con al guerra de Irak y el grupo Blackstone, filial de Blackwater, considerada por la prensa estadounidense como “la guardia pretoriana de Bush”.
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