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28 agosto 2007

Desde las calles...

Me he dedicado partícularmente a escuchar a las personas que no tienen oportunidad de visitar Internet por alguna situación. Aquí les comparto una de los textos que me fue dictado, por petición de la persona omito el nombre.


Tengo 47 años de edad, siete de ellos he vivido una experiencia personal con Dios, llegando a la conclusión de que mi vida no sería lo que hoy es sin Él.

Cuando tomé la desición de congregarme, el pastor hacía referencia del diezmo y de las ofrendas. Al principio con temor de que no se hiciera buen uso del dinero no ofrendaba ni diezmaba, sin embargo, con el paso del tiempo comencé a hacerlo (cuestiones de convicción).

Mi disgusto o mejor dicho, mi inconformidad es saber que iglesias protestantes hacen de forma pública cuando uno de los integrantes no diezma. La estrategia utilizada es separalos de los que si obedecen. Además de esto, se atreven a hacer milagros en el nombre de Dios a cambio de una cantidad de dinero. De esta forma ¿Dónde queda lo que dice la Biblia?

Yo, en lo personal, creo que Dios no cobra por hacer milagros y que mucho menos es fomentador de la discriminación. Es triste que los protestantes permitamos este tipo de acciones, muestra, simplemente de que no tenemos el conocimiento necesario de Dios o peor aún que lo tenemos pero no lo aplicamos.

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