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22 abril 2008

Manifiesto sobre la lucha estudiantil en la UNAM

Por CLEP-CEDEP

En días recientes hemos sido testigos del resurgimiento de la lucha estudiantil en el bachillerato de la UNAM. Los motivos que han originado repentinas movilizaciones contra el porrismo y el autoritarismo de la burocracia universitaria, en realidad son reflejo de contradicciones más profundas a nivel nacional y síntoma de que los estudiantes estamos buscando alternativas para luchar y expresar nuestro descontento con el orden imperante. A esto se deben los paros y tomas de direcciones llevadas a cabo en semanas anteriores en preparatoria 2, luego en CCH sur, CCH vallejo y finalmente CCH azcapo, así como la creciente agitación política en la generalidad de escuelas y facultades de nuestra universidad.

La burguesía no ha quitado el dedo del renglón y esta haciendo hincapié en la privatización de las universidades públicas y de la educación en general. En este escenario el movimiento estudiantil empieza a levantar la cabeza después de años de reflujo, y no es extraño que lo haga de forma caótica y desorganizada. El presente manifiesto busca fijar la posición del CEDEP-CLEP en torno a los recientes acontecimientos en la UNAM y llamar a la lucha y a la organización a estudiantes trabajadores y académicos.

I.- La situación nacional

La crisis del sistema capitalista está orillando a la burguesía a desmembrar todos los derechos y conquistas económicas del pasado. Calderón y los empresarios no tienen límites, pretenden que sean los trabajadores los que paguen los costos de la voracidad capitalista mediante el recorte del gasto social, la privatización del sector público, la contención de los salarios y la mutilación de los contratos colectivos y las prestaciones sociales. El capitalismo es incapaz de otorgarnos un futuro digno sólo es capaz de ofrecernos desempleo, delincuencia, drogadicción y violencia.

Ante toda esta embestida y ante la manipulación de los medios masivos de comunicación, Calderón y los empresarios se están enfrentando a un creciente descontento de los trabajadores: primero en Atenco, en Oaxaca, en la lucha contra el fraude electoral, en las movilizaciones contra la ley del ISSSTE, y ahora en las movilizaciones contra la privatización de PEMEX. México ha entrado en la órbita del proceso revolucionario que vive América Latina y no tardara mucho en expresarse de manera explosiva.

2. Los ataques a la UNAM

En el rubro educativo, los ataques contra la universidad pública se han sostenido. El gobierno de Calderón asfixia el presupuesto educativo de las universidades públicas mientras miles de estudiantes son rechazados año con años mediante un examen de selección que discrimina a los jóvenes de bajos recursos.

Los recientes sucesos en Ecuador, en dónde el gobierno de Colombia con apoyo del imperialismo norteamericano perpetró una masacre en la que fueron asesinados 4 universitarios, han sido utilizados de manera cínica por el gobierno y los medios para decir que la UNAM es “nido de delincuentes y guerrilleros”.

Hace unos días el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en territorio mexicano dijo que los cuatro estudiantes asesinados de la UNAM, incluida la sobreviviente Lucía Moret, eran delincuentes y terroristas. El consentimiento de Calderón con estas desvergonzadas palabras se confirmó con su tímida e insignificante respuesta al decir “no se vale prejuzgar”, cuando la desfachatez de Uribe mereció una condena enérgica por parte del gobierno.

Tras el silencio del gobierno federal, se esconde en realidad toda la ofensiva contra la universidad pública y los intentos de privatizarla. Narro tuvo que contestar estos ataques después de mucho titubear, y a sabiendas de que si no lo hacía se podría desencadenar el descontento estudiantil. El gobierno federal ha iniciado un linchamiento abierto de las organizaciones estudiantiles para dejar el terreno libre y avanzar en la privatización de la UNAM

Los empresarios detestan que los universitarios preservemos el pase reglamentado como un derecho histórico; son enemigos de que no existan cuotas elevadas por inscripción y exámenes; odian todos los contenidos críticos dentro de los planes de estudio, así como la libertad de cátedra; no están dispuestos a permitir que la mejor universidad de Iberoamérica sea pública; y que trabajadores y estudiantes defendamos nuestros derechos frente al gobierno y las autoridades.

No podemos ignorar que entre Narro y Calderón existen diferencias en cuanto a la forma y los tiempos para privatizar la UNAM; sin embargo en el fondo ambos apuestan al mismo proyecto: una universidad más elitista, acrítica, separada del bachillerato y para el que pueda pagarla. Es deber del movimiento estudiantil avanzar en la construcción de un programa en defensa de la universidad pública, que plantee la unidad con los trabajadores y pase a la ofensiva contra las autoridades universitarias y el gobierno federal.

3. La lucha contra el porrismo

En las últimas semanas se han recrudecido los ataques de grupos porriles contra los estudiantes de bachillerato. Las autoridades universitarias se han deslindado de la dirección y financiamiento de estos grupos, diciendo además que han hecho todo por erradicarlos. Los representantes de rectoría han deslizado la idea de que la mano del gobierno federal se encuentra tras ellos para desestabilizar la UNAM.

Es verdad que el gobierno de Calderón es el más interesado en promover este tipo de ataques, no obstante ello no implica librar de toda responsabilidad a las autoridades universitarias. ¿Pretenden que olvidemos que rectoría promovió la proliferación del porrismo para acabar con la organización estudiantil después de la huelga?, ¿No fueron las autoridades universitarias la que los financió y los empujaron a golpear, herir y asaltar cubículos estudiantiles?

La función histórica de los porros ha sido la de contener la organización, la politización y movilización de los universitarios. Ahora las autoridades usan un lenguaje demagógico y se ponen la piel de oveja cuando ellas fueron las responsables de crearlos, darles nombre y financiarlos. Cuando las autoridades puedan utilizarlos abiertamente contra los estudiantes no dudarán en hacerlo.

NADA JUSTIFICA LA INTERVENCIÓN DE LA PGJ EN TERRITORIO UNIVERSITARIO. El pasado15 de abril las autoridades montaron un acto de provocación en el CCH azcapotzalco al permitir el ingreso de agentes de la PGJ que supuestamente “perseguían a un porro”, con lo que fue violentada la autonomía universitaria. Es inverosímil que los agentes, armados y de forma prepotente, no hayan tenido coordinación con las autoridades del plantel y no estuvieran al tanto de lo que representaba ingresar de este modo a territorio universitario.

Este suceso vuelve a repetirse después de escasos días en los que elementos de la Agencia de Fuerza de Tareas (AFT) organismo dependiente de la policía del GDF ingresaron a CCH sur en la misma forma. En ningún caso las autoridades expresaron el rechazo a tales intervenciones policíacas.

En todo caso fue evidente la intervención de rectoría para que los sucesos en CCH azcapo no derivaran en un paro. A las pocas horas de los acontecimientos, hicieron acto de presencia en el lugar de los hechos los adultos Karla Alba y Roberto Rivera, exactivistas estudiantiles en 1999, hoy porros al servicio del GDF y rectoría, que intervinieron en la asamblea para desgastarla y evitar que planteara un pliego petitorio con reivindicaciones estudiantiles.

No existe otro camino para enfrentar el porrismo que la organización de los estudiantes desde las bases en comités de autodefensa, y la adopción de un programa de lucha por la democratización de la UNAM y en defensa de la educación pública. Una vez más queda evidenciado el papel perjudicial de la burocracia que gobierna la universidad. ¡Ni Calderón, ni Narro, ni sus porros podrán contra los trabajadores y estudiantes unidos¡

4. Contra el sectarismo

El papel sectario de algunas organizaciones de activistas nuevamente ha sido el freno para que los estudiantes salgan a la lucha de forma organizada y se planteen luchar por un programa de reivindicaciones estudiantiles.

Durante muchos años el movimiento estudiantil ha tenido que remar contra grupos supuestamente izquierdistas que se han alejado completamente de las condiciones que los estudiantes vivimos; muchos de estos, se encuentran en un proceso abierto de degeneración y lumpenización y por lo mismo no promueven ninguna reivindicación estudiantil ni entienden los problemas de los estudiantes. Muchos de estos grupos utilizan los cubículos como centros para almacenar la mercancía que venden, misma que por supuesto no es usada para fines colectivos sino personales. Por si no fuera suficiente, no toleran la crítica de los estudiantes de base y justifican sus acciones por tener muchos años en el plantel y tener –según ellos- “experiencia”.

Las derrotas y desilusiones en el movimiento estudiantil las más de las veces no se deben a la falta de combatividad de los estudiantes sino a la política sectaria de algunas organizaciones. Es común que en el momento decisivo de la lucha, estas organizaciones lejos de plantear un programa de reivindicaciones ofensivas concretas para los estudiantes, terminen encerrándose en una lógica defensiva, reformista o ultraizquierdista. No falta, por supuesto, el burocratismo, el titubeo, y la falta de confianza en el sector combativo de los estudiantes, que es lo que finalmente las hace desistir de adoptar una política consecuente.

En las últimas semanas cuando se desata una movilización estudiantil, este tipo de grupos olvida las reivindicaciones estudiantiles y remite únicamente a consignas de los porros haciendo ver el problema como un simple pleito entre pandillas. Su bancarrota no les permite clarificar absolutamente nada. Actúan bajo la dinámica de "hagamos desmadre, gritemos más fuerte que todos, echemos rollo y jalemos agua para nuestro molino" esa es la política de las sectas. Pese a ello, los estudiantes los han soportado y participan en las movilizaciones reflejando el descontento que guardan con la situación nacional y la opresión cotidiana que se vive en el aula y el país.

Estamos contra el sectarismo promovido por grupos que se adjudican como “el movimiento estudiantil” y actúan antidemocráticamente haciendo acciones de manera aislada, sin tomarse la molestia de informar y anteponiendo sus intereses particulares frente a los del conjunto de los estudiantes.

Estamos a favor de la lucha de los estudiantes y de la participación democrática en órganos de representación y asambleas. Creemos que la mejor forma de empujar al movimiento estudiantil es luchando contra las posiciones sectarias y recuperando las tradiciones combativas del movimiento estudiantil mediante la discusión abierta de qué métodos son necesarios y qué programa debemos adoptar. Como decía Marx: “La emancipación del pueblo sólo puede ser obra del pueblo mismo”. En este caso los estudiantes mismos deben ser los impulsores de una nueva organización estudiantil que rebase el infantilismo sectario y ponga al movimiento estudiantil universitario a la altura de las necesidades de lucha nacional.

5. Las tareas del movimiento estudiantil

A nivel nacional estamos viviendo un periodo de intensa convulsión política caracterizado por la entrada de las masas a la lucha. La clase trabajadora y la juventud no están dispuestas a recibir más ataques sin luchar. Este ambiente ya se ha empezado a expresar en el ánimo de los estudiantes y los trabajadores de la UNAM y esto, tan sólo el inicio de lo que veremos más adelante.

Las tareas del movimiento estudiantil más prioritarias son formar nuevos cuadros a través de círculos de discusión; constituir pliego petitorios locales, regionales y generales; constituir un programa de lucha; pero por encima de todo formar una organización sin barreras entre escuelas con métodos revolucionarios y que aglutine a los estudiantes más avanzados.

Nuevos estudiantes han entrado a la lucha, se abren nuevas expectativas para construir organización, limpiar y renovar el movimiento desde sus cimientos. Los acontecimientos en el bachillerato anuncian un ambiente favorable para que los estudiantes nos reorganicemos.

Se esta cocinando un estallido de grandes magnitudes encabezado por la clase trabajadora pero en la que sin duda también tomaran primera fila los jóvenes proletarios y los estudiantes. Es nuestro deber redoblar esfuerzos prepararnos política y organizativamente. El ejemplo de los estudiantes de prepa 2 y cch sur deben ser un referente para empujar al movimiento adelante.

El gobierno de Calderón es débil, la rectoría también, debemos confiar en nuestras propias fuerzas reforzando nuestra alianza estratégica con los trabajadores y luchar para defender y ampliar nuestros derechos. Bajo el capitalismo la única forma de mantener nuestros derechos y ampliarlos es luchando. Dentro del capitalismo esto sólo será posible adoptando métodos y un programa revolucionario que oriente al movimiento estudiantil a la lucha por el socialismo: esto significa salud, empleo, vivienda y educación para todos; esto significa la abolición de la propiedad privada de los medios de producción; una economía planificada democráticamente por toda la sociedad; la lucha por la abolición de las clases sociales, de la violencia, de la discriminación, del racismo y de la explotación del hombre por el hombre.

Te invitamos a que te informes, organices y luches con nosotros.

Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico -Comité Estudiantil En Defensa de la Educación Pública.

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