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29 abril 2008

Salud!

Empresa / Alberto Barranco / El Universal
Martes 29 de abril de 2008

En lo que constituye un hito en la historia de la publicidad y la mercadotecnia en el país, la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y la Malta está por lanzar una campaña de promoción del producto… sin que éste aparezca

Anuncios, pues, sin la rubia que todos quieren al calce; sin la mexicana alegría o sin la marca Corona conquistando los mercados más exóticos del planeta. La estrategia, lo adivinó usted, pretende eludir las rígidas restricciones para promocionar el producto impuestas por la Secretaría de Salud.

La campaña de sí a la cerveza sin cerveza diseñada por el organismo encabezado por Emilio Herrera y dirigido por Raúl Sánchez Kobashi, se apuntala en una frase: “Ingredientes que generan valor”, en cuyo marco se realizaría el panegírico de una industria que representa 1.6% del Producto Interno Bruto a nivel de producción, y que exporta mil 800 millones de dólares al año.

El subrayado apunta a la más que centenaria historia del gremio, en cuyo marco se dio el surgimiento del llamado Grupo Monterrey, integrando a la trama a empleados, colaboradores e industriales, en un escenario de trabajo, responsabilidad, confianza, calidad, excelencia, compromiso y desarrollo.

De hecho, los preliminares de la campaña muestran una botella de cerveza que en lugar de líquido se llena con las palabras señaladas, en la búsqueda de un evidente impacto subliminal.

La campaña coloca el énfasis en que la industria cervecera nacional se ha colocado en cuarto lugar mundial en producción, dejando atrás a Brasil; su cartera de clientes alcanza 150 países, convirtiéndola en el primer exportador de cerveza en el mundo; contribuye con 3.8% de la recaudación fiscal; genera 88 mil empleos directos y 800 mil indirectos…

Más allá, los promocionales hablan de un gremio comprometido que ha recibido en todas sus plantas el certificado de “industria limpia”; que ha promovido el consumo responsable de sus productos y el fomento de estilos de vida saludables, alentando la práctica del deporte, la difusión de la cultura y el entretenimiento.

Y si le seguimos, se habla de un producto seguro, elaborado con los más altos estándares de calidad, “que se puede consumir con la tranquilidad de que no ha sido adulterado”.

Naturalmente, en el camino se intentará contrarrestar la imagen negativa que proyecta la condición de duopolio de la industria; las acusaciones de que las firmas hegemónicas, FEMSA y Modelo, se reparten el territorio, recurriendo a zancadillas cuando alguna de ellas osa violar las reglas; los pactos de exclusividad que se firman en establecimientos mercantiles, ferias, eventos…

La singular campaña apunta también al compromiso que la industria mantiene con el campo, al adquirir 100% de la cebada maltera del país a precios internacionalmente competitivos; al promover en la producción del producto la creación de 92 mil empleos, al garantizar la posibilidad de compra, crédito, asistencia técnica y centros de recepción vía el convenio “Agricultura por contrato”.

Adicionalmente, se subrayan sus campañas para impedir la venta de cerveza a menores de 18 años: los folletos realizados a título de guía de padres (“¿Cómo hablar sobre el consumo de alcohol con sus hijos?”), y sus promocionales de “cerveza y salud”.

De acuerdo con el cálculo de la Cámara Nacional de la Cerveza y de la Malta, existen en el país 650 mil comercios que venden cerveza, en tanto del total de empleos generados por el sector comercio aproximadamente 520 mil dependen del producto.

El organismo nació en 1962, aglutinando a 17 empresas productoras de malta y cerveza.


Aristocracia Pulquera ¡Salud!

José VASCONCELOS / 1 Junio 1921
El Maestro: Revista de Cultura Nacional

- fragmentos -

Todo el que haya recorrido los campos de nuestro país, puede dar fe de la enorme diferencia que existe entre los fuertes y sobrios campesinos del Norte o los vigorosos indios del Sur y las costas, frente a la población de la Mesa Central, que vive en una gran parte de Hidalgo y de Puebla, en el Distrito Federal y parte del Bajío y en todo el Estado de México: la zona del maguey.

Los jefes revolucionarios saben de sobra, que para reclutar gente había que ir al Norte, al Sur, a las costas, pero era inútil intentar reclutamientos en las cercanas del Distrito Federal, porque los hombres de esta zona, en su mayoría, no sirven para soldados. Para convencerse de ello bastaba acercarse a las chozas de la región en que se cultiva el maguey inquiriendo por el nombre de un poblado o la dirección de un camino. Invariablemente, salía a responder un hombre de cuerpo bajo y de mirada opaca que apenas balbuceaba una respuesta torpe; un hombre que se desayuna con pulque y sigue bebiendo pulque todo el día y da pulque a sus hijos. Sin embargo, y esto es un peligro enorme para el país, la zona del maguey es la mas poblada, y la mas mal surtida de alimentos, no porque no sea fértil sino porque los valles y los montes y las hondonadas y los llanos, y hasta la curva de las lomas, se hallan invadidos por el maguey.

En todos los lugares civilizados del mundo, el Gobierno cuida de vigilar la calidad de la leche, la calidad de los alimentos de uso común, en ninguna arte del mundo es mas mala la leche ni mas cara que en la zona del maguey; en ninguna parte es mas escaso el pan y en ninguna parte es mayor el hambre; un hambre tan desaforada, y tan perversamente disimulada que cada vez que se deba de la cuestión del pulque, se ha recurrido a médicos que en nombre de una falsa ciencia, declara que el pulque es alimento, que no es malo para el indio, para el pueblo, como si el indio y el pueblo tuvieran intestinos diversos del resto de los hombres.

México es el país donde el pueblo come menos y bebe mas. En nuestras ciudades de la Mesa Central no Hay fondas humildes ni alimentos limpios. El hombre del pueblo que tiene diez centavos no puede comprar un vaso de leche, pero el puede comprar un vaso de pulque.

La Revolución ha pretendido varias veces acabar con el pulque, pero los hacendados han triunfado de la Revolución y siguen fabricando pulque. Los hacendados culpan al pueblo que consume pulque, pero no reconoce que el crimen es de ellos, desde el momento en que conviertan en tierras de maguey las tierras que podrían dedicarse a pastos o la siembra del maíz.

Cortesanos de todo el mundo, la historia no los conoce por ningún hecho grande, por ningun gesto noble, y el pueblo que los ve faltos de meritos, pero dueños de bienes cuantiosos, los designa recordando la casa en que habitan: esta es la casa de los fulanos, se dice, y asi son conocidos por el mal gusto y la extensión de sus propias moradas, y también por el agio que ejercen en las casas que alquilan.

Tan solo por esto son conocidos los que entre ellos se reputan aristócratas Sus obras son los tinacales donde fermenta el pulque. Haciendo todo esto llevan siglos y sin embargo son ellos los amos y si pasa el tiempo u no se toman medidas justas, nuestro pueblo tendrá que volver a hablarles como antes, con el sombrero en la mano. A ellos, familias sin gloria, pergaminos de maguey, aristocracia pulquera. Mientras subsistan no será posible educar, no será posible salvar a la población del centro de Mexico.



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