Por Guadalupe Cruz Jaimes
Alrededor de 50 mujeres participan de manera activa y organizada en la movilización para defender los derechos laborales a la libre asociación y el respeto al contrato colectivo de trabajo de sus esposos o compañeros, obreros “despedidos injustificadamente” por la Industria Vidriera del Potosí (IVP), ubicada en San Luis Potosí, a principios de este año.
“Estamos concientes de que es una lucha justa porque los despidos fueron injustificados y aunque no ha sido fácil y representa una doble la carga, atender nuestros hogares y participar en las actividades de protesta, estamos con ellos”, afirmó en entrevista con Cimacnoticias Olivia Calderón, cónyuge de Javier Albino Rodríguez, trabajador despedido.
El 26 de enero de este año, la empresa IVP, propiedad de la cervecera Grupo Modelo, despidió “injustificadamente a 260 trabajadores”, después de que en 2007 la base trabajadora logró consolidar el Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa Industria Vidriera del Potosí (SUTEIVP), que en ese mismo año en la primera revisión salarial obtuvo un aumento salarial del 19 por ciento, informó a esta Agencia Francisco Cruz Retama, asesor legal del sindicato.
De los 260 trabajadores despedidos, 140 han recibido la liquidación que les dio IVP, pero hasta la fecha ésta se niega a reconocer al sindicato independiente y restituirles sus trabajos.
Ante la negativa del gobernado panista Marcelo de los Santos de dialogar con las esposas y compañeras de los obreros de IVP despedidos, “ahora más nos aferramos a la lucha, hasta que nos hagan caso y respondan a nuestra demanda”, afirma categórica Olivia Calderón.
A través de la vendimia de comida y golosinas en las principales plazas de San Luis y trabajando en la limpieza de alguna casa, las mujeres muestran su solidaridad con sus esposos y compañeros, revelan las mujeres.
“Para nosotras sería más fácil decirle al marido que consiga otro trabajo pero, por el contrario, nosotras vamos a las marchas, plantones, mítines, a lo que podemos, porque ésta es una lucha digna y un buen ejemplo para nuestras hijas e hijos”, expresó Calderón.
Y aunque en ocasiones sufre depresión, angustia y desesperación por la presión económica, “el poco dinero no alcanza para todos los gastos, ya no sabemos qué hacer, qué vender”, afirmó.
Madre de dos niñas, de 7 y 11 años, dice que pasar carencias “vale la pena porque tenemos la esperanza de que se gane esta lucha, de que podamos vivir mejor y podamos darle un mejor futuro a nuestras hijas e hijos”.
“La mayoría soñamos que el trabajo de nuestros esposos sea bien pagado, reconocido, todas estamos en ese mismo pensamiento, eso es lo que nos ha motivado para seguir apoyándonos”, señala Olivia.
CONFLICTO LABORAL
La IVP se ubica a de la ciudad de San Luis Potosí, en el eje 132, y “hasta antes de los despidos fabricaban 5 millones de botellas diarias, producción que iba casi en su totalidad a la cervecería Zacatecas, de ahí a Estados Unidos y Canadá, y una parte pequeña a Tuxtepec, en Oaxaca”, refirió Francisco Cruz.
Con el aumento de salario del 19 por ciento que ganaron en 2007, los 820 obreros que hasta antes del 26 de enero laboraban para IVP alcanzaron un salario de 170 pesos en promedio.
El resultado favorable para los vidrieros “se convierte en un hecho muy importante en la zona industrial de San Luis, la cual es la más concentrada en México: son alrededor de 150 mil obreros sindicalizados en más de 200 empresas, todas ubicadas en esta región”, manifestó Francisco Cruz.
Sin embargo, “más que un conflicto económico, se convierte en un problema político porque los trabajadores de la zona observan el camino que los vidrieros alcanzaron para alcanzar mejores condiciones laborales y su salario. Esto ocasionó que en distintas fábricas hubiera problemas”, describió el asesor legal del SUTEIVP.
A raíz del conflicto en la vidriera, “sabemos que el gobierno del estado, los empresarios de San Luis, el Grupo Modelo y el Gobierno federal decidieron emprender la destrucción del Sindicato.
El pasado 26 de enero despidieron a más de 260 trabajadores con el argumento de que la recesión económica en la Unión Americana los obligaba a producir 500 millones de botellas menos”, aseguró.
Entre los despedidos se encuentran todos los integrantes del Comité Ejecutivo del SUTEIVP, más todos los delegados de departamento. “Fue una limpia total”, dijo Cruz Retama.
Asimismo, refirió que “luego de analizar la situación el Sindicato independiente, se demostró que no era la recesión la que los obligaba a despedir a la cuarta parte de la base trabajadora de IVP, sino un golpe político que se dio gracias a que la empresa contó con el apoyo de la Junta de Conciliación y Arbitraje local para impedir que los trabajadores pudieran emplazar a huelga”.
A partir de ese momento, “los trabajadores iniciaron una lucha de resistencia por los compañeros que fueron despedidos, entre ellos el secretario general, Valentín Marín Quistián”, agregó.
De igual forma, indicó que posterior a los despidos, representantes de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), hicieron acto de presencia en las instalaciones de la fábrica de IVP para “presionar a los trabajadores para que aceptaran que ellos llevaran el contrato colectivo”.
Actualmente, dijo, “hemos logramos el reconocimiento de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) para una prórroga de seis meses, que concluye el 4 de agosto, de la toma de nota del Comité Ejecutivo sindical que se había quedado sin este reconocimiento desde el 4 de febrero, cuando se terminó su vigencia.
“También logramos que el Juzgado 4 concediera los amparos que solicitaron en contra de las resoluciones de la Junta de Conciliación y Arbitraje local, la cual rechazó el emplazamiento a huelga, por tanto, recuperamos el reconocimiento legal de la STPS, el derecho a emplazar a huelga la empresa”, aseguró.
Sin embargo, IVP se niega a reconocer la legitimidad del SUTEIVP y condiciona a su base trabajadora con cerrar la fábrica si aceptan al sindicato independiente.
Alrededor de 50 mujeres participan de manera activa y organizada en la movilización para defender los derechos laborales a la libre asociación y el respeto al contrato colectivo de trabajo de sus esposos o compañeros, obreros “despedidos injustificadamente” por la Industria Vidriera del Potosí (IVP), ubicada en San Luis Potosí, a principios de este año.
“Estamos concientes de que es una lucha justa porque los despidos fueron injustificados y aunque no ha sido fácil y representa una doble la carga, atender nuestros hogares y participar en las actividades de protesta, estamos con ellos”, afirmó en entrevista con Cimacnoticias Olivia Calderón, cónyuge de Javier Albino Rodríguez, trabajador despedido.
El 26 de enero de este año, la empresa IVP, propiedad de la cervecera Grupo Modelo, despidió “injustificadamente a 260 trabajadores”, después de que en 2007 la base trabajadora logró consolidar el Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa Industria Vidriera del Potosí (SUTEIVP), que en ese mismo año en la primera revisión salarial obtuvo un aumento salarial del 19 por ciento, informó a esta Agencia Francisco Cruz Retama, asesor legal del sindicato.
De los 260 trabajadores despedidos, 140 han recibido la liquidación que les dio IVP, pero hasta la fecha ésta se niega a reconocer al sindicato independiente y restituirles sus trabajos.
Ante la negativa del gobernado panista Marcelo de los Santos de dialogar con las esposas y compañeras de los obreros de IVP despedidos, “ahora más nos aferramos a la lucha, hasta que nos hagan caso y respondan a nuestra demanda”, afirma categórica Olivia Calderón.
A través de la vendimia de comida y golosinas en las principales plazas de San Luis y trabajando en la limpieza de alguna casa, las mujeres muestran su solidaridad con sus esposos y compañeros, revelan las mujeres.
“Para nosotras sería más fácil decirle al marido que consiga otro trabajo pero, por el contrario, nosotras vamos a las marchas, plantones, mítines, a lo que podemos, porque ésta es una lucha digna y un buen ejemplo para nuestras hijas e hijos”, expresó Calderón.
Y aunque en ocasiones sufre depresión, angustia y desesperación por la presión económica, “el poco dinero no alcanza para todos los gastos, ya no sabemos qué hacer, qué vender”, afirmó.
Madre de dos niñas, de 7 y 11 años, dice que pasar carencias “vale la pena porque tenemos la esperanza de que se gane esta lucha, de que podamos vivir mejor y podamos darle un mejor futuro a nuestras hijas e hijos”.
“La mayoría soñamos que el trabajo de nuestros esposos sea bien pagado, reconocido, todas estamos en ese mismo pensamiento, eso es lo que nos ha motivado para seguir apoyándonos”, señala Olivia.
CONFLICTO LABORAL
La IVP se ubica a de la ciudad de San Luis Potosí, en el eje 132, y “hasta antes de los despidos fabricaban 5 millones de botellas diarias, producción que iba casi en su totalidad a la cervecería Zacatecas, de ahí a Estados Unidos y Canadá, y una parte pequeña a Tuxtepec, en Oaxaca”, refirió Francisco Cruz.
Con el aumento de salario del 19 por ciento que ganaron en 2007, los 820 obreros que hasta antes del 26 de enero laboraban para IVP alcanzaron un salario de 170 pesos en promedio.
El resultado favorable para los vidrieros “se convierte en un hecho muy importante en la zona industrial de San Luis, la cual es la más concentrada en México: son alrededor de 150 mil obreros sindicalizados en más de 200 empresas, todas ubicadas en esta región”, manifestó Francisco Cruz.
Sin embargo, “más que un conflicto económico, se convierte en un problema político porque los trabajadores de la zona observan el camino que los vidrieros alcanzaron para alcanzar mejores condiciones laborales y su salario. Esto ocasionó que en distintas fábricas hubiera problemas”, describió el asesor legal del SUTEIVP.
A raíz del conflicto en la vidriera, “sabemos que el gobierno del estado, los empresarios de San Luis, el Grupo Modelo y el Gobierno federal decidieron emprender la destrucción del Sindicato.
El pasado 26 de enero despidieron a más de 260 trabajadores con el argumento de que la recesión económica en la Unión Americana los obligaba a producir 500 millones de botellas menos”, aseguró.
Entre los despedidos se encuentran todos los integrantes del Comité Ejecutivo del SUTEIVP, más todos los delegados de departamento. “Fue una limpia total”, dijo Cruz Retama.
Asimismo, refirió que “luego de analizar la situación el Sindicato independiente, se demostró que no era la recesión la que los obligaba a despedir a la cuarta parte de la base trabajadora de IVP, sino un golpe político que se dio gracias a que la empresa contó con el apoyo de la Junta de Conciliación y Arbitraje local para impedir que los trabajadores pudieran emplazar a huelga”.
A partir de ese momento, “los trabajadores iniciaron una lucha de resistencia por los compañeros que fueron despedidos, entre ellos el secretario general, Valentín Marín Quistián”, agregó.
De igual forma, indicó que posterior a los despidos, representantes de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), hicieron acto de presencia en las instalaciones de la fábrica de IVP para “presionar a los trabajadores para que aceptaran que ellos llevaran el contrato colectivo”.
Actualmente, dijo, “hemos logramos el reconocimiento de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) para una prórroga de seis meses, que concluye el 4 de agosto, de la toma de nota del Comité Ejecutivo sindical que se había quedado sin este reconocimiento desde el 4 de febrero, cuando se terminó su vigencia.
“También logramos que el Juzgado 4 concediera los amparos que solicitaron en contra de las resoluciones de la Junta de Conciliación y Arbitraje local, la cual rechazó el emplazamiento a huelga, por tanto, recuperamos el reconocimiento legal de la STPS, el derecho a emplazar a huelga la empresa”, aseguró.
Sin embargo, IVP se niega a reconocer la legitimidad del SUTEIVP y condiciona a su base trabajadora con cerrar la fábrica si aceptan al sindicato independiente.
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