Primera patada: la administración de PEMEX se reparta a más “secretarios”.
La reforma energética promovida por el Calderonato pretende “ampliar la visión” para una “mejor administración” de la Industria petrolera. El primer movimiento es menear el “Consejo administrativo” de Pemex que los charros han jalado desde la dictadura priísta a nuevos candiles de la charreada y a la Secretaría de Energía que antes no participaba y que ahora se pretende sea el centro de la dependencia administrativa.
El problema es que se esté repartiendo el negocio de la petrolera a través de los neoliberales que manejan la Secretaría de Energía y seguir prolongando un aparato burocrático que no defiende PEMEX sino sus espacios de poder sindical y administrativo. La cuestión es que están tratando de resolver una cuestión administrativa con gente que no es experta en petróleo pero si en negocios internacionales: ¿Pemex está en venta?
Segunda patada: los ingresos de PEMEX se “repartirán entre todos los mexicanos”
Imagina que el gobierno mexicano invirtiera en refinerías en lugar de salarios estratosféricos de los altos puestos militares, jueces, diputados, senadores, directores, secretarios; si dejara de invertir en militarización (costando a los mexicanos millones de pesos), en tanta propaganda partidista del Calderonato etc. etc... Pemex generaría la gasolina que le estamos comprando a Estados Unidos. ¿Quién sería el beneficiado de ello? El pueblo mexicano… en teoría: De acuerdo a la reforma que impulsan los panistas todos los mexicanos podrán ganar a través de bonos llamados CETES. Estos bonos que se invierten en la bolsa de valores están supeditados a la especulación que haya sobre el petróleo y se gana de acuerdo a la alza o baja del mismo. Los panistas argumentan que las acciones no son las que están en venta (“Pemex no cambia de dueño”) y por lo tanto los CETES seguirán siendo invertidos por el gobierno mexicano. Ahora ¿Quiénes compran CETES? ¿Sabes cuántos puedes comprar tú y cuántos el millonario de Slim? El gobierno mexicano destina una inversión particular en el gasto público pero ¿Las ganancias realmente se ven reflejadas en nuestros bolsillos o será como ha sido: el gobierno sigue gastando en sus necesidades para continuar en el poder?
Si la propuesta de Calderón tuviera un mínimo de responsabilidad con el pueblo mexicano lo primero que se plantearía sería la distribución del ingreso a todos los mexicanos y no la distribución de Pemex a todos los empresarios.
Tercera patada: “PEMEX no cambia de dueño”
Si la empobrecida (¿o ultrajada?) empresa paraestatal petrolera fuera conducida hacia el éxito empresarial (para eso supuestamente son buenos los panistas neoliberales) no tendríamos miedo de incentivar la inmensa capacidad de Petróleos Mexicanos, sin embargo, están solicitando que se reactiven “ciertos sectores” necesitados de inversión privada porque “nosotros no podemos”: flagrante violación al Artículo 27 constitucional, pues aún cuando no se están vendiendo las acciones, si se está promoviendo que la ganancia salga hacia las grandes petroleras como Exxon o Texaco, que serían las que invertirían.
Ante las tremendas ganancias anuales, una parte considerable de ella se iría para esas transnacionales que hacen quebrar empresas y países enteros para después comprarlos y prolongar la dependencia, en nuestro caso a las petroleras estadounidenses. No falta que recordemos que de por sí ganan bastante robando nuestro petróleo en el subsuelo de la frontera con la “técnica del popote chuequito y chupador”.
El pilón resumido…
No hay un sistema que integre todas las capacidades de la industria petrolera, desmembrando ramas de este sector a la venta para las transnacionales. Este sistema debería ser conducido por los mexicanos, todo lo que se refiere a exploración y explotación, propiedad pública, administración y producción debe ser parte de un todo que se conduce al éxito mexicano y llegar a ser potencia petrolera. Mientras tanto la reforma energética calderonista la está desmembrando.
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