· No hay que ir a los yacimientos profundos, porque todavía hay mucho territorio explotable tierra adentro y en aguas someras del mar: Arturo Bonilla, del IIEc de la UNAM · El país tiene depósitos probados para una década, afirmó el especialista de la FI, Ricardo Padilla · La extracción exageradamente acelerada del recurso no renovable provocará que se agote, advirtió el especialista del IIEc, Fabio Barbosa Cano · El investigador del Programa Universitario de Energía, Gerardo Bazán, dijo que los energéticos tienen que ver con todos los procesos económicos, políticos y sociales
Cada día se extraen cerca de 85 millones de barriles de petróleo en el mundo. De ellos, cerca de tres millones proceden del territorio mexicano. Al respecto, el jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra de la Facultad del ramo (FI), Ricardo Padilla y Sánchez, precisó que se tienen reservas probadas, con los pozos ya perforados, para la próxima década; las probables, con estudios que lo confirman, para 15 años más, y las reservas posibles, con indicios, para 40 ó 45 años.
Especialistas de la UNAM, señalaron que el país posee reservas comprobadas para los próximos diez años, sumadas a nuevos yacimientos por explorar en aguas profundas y a la explotación de los ya conocidos con tecnologías novedosas.
De acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex), el país está posicionado en el lugar 15 respecto a las reservas, con 364 campos en producción, seis mil 80 pozos en explotación, 199 plataformas marinas, además de tener ubicados nuevos yacimientos en la planicie costera del Golfo de México.
En el marco de la reciente conmemoración del 70 aniversario de la expropiación petrolera, Padilla y Sánchez explicó que en el Golfo se cuenta con 104 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Poco más de la mitad de esos recursos se ubican en aguas mexicanas y están poco explorados, mientras que del lado norteamericano sí se ha usufructuado la zona. No obstante, aclaró que esta opción representa una inversión costosa en una zona con 3.6 kilómetros de profundidad.
La extracción en esos lugares, consideró, implica instalar una tubería de hasta seis kilómetros de largo, si se considera el subsuelo por perforar, una plataforma o barco que sostenga el equipo, además de contemplar la posibilidad de desastres naturales como huracanes, lejos de tierra firme.
“Aquí es donde las universidades pueden ayudar, porque tienen fortalezas científicas y tecnológicas, ingenieros, geólogos, oceanógrafos y expertos en todo lo referente al hidrocarburo”, afirmó uno de los responsables en la impartición de las maestrías en Ingeniería del petróleo y gas natural, así como en Explotación del petróleo, que se imparte en la FI.
Por su parte, el experto del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), Fabio Erazo Barbosa Cano, señaló que en la actualidad se consumen aproximadamente 85 millones de barriles de petróleo al día, 20 millones tan sólo en EU, “con un ritmo de extracción exageradamente acelerado que provocará pronto agotamiento”. En tanto, México, produce alrededor de tres millones.
La oferta de petróleo, alertó, ya no puede satisfacer la demanda creciente, al punto que se está llegando al “pico”. A ello se suman países como China e India, con altas tasas de consumo, con una economía basada en los hidrocarburos, principalmente para el sector transportes, que requiere de gasolinas, diesel y de otros combustibles.
La generación en el país, aseguró, con exploración y explotación de yacimientos, “cada vez enfrenta mayores dificultades para encontrar un barril del aceite o un pie cúbico de gas natural, porque las perforaciones deben ser más profundas y en zonas inaccesibles, con gran desafío tecnológico para instalar un equipo” de búsqueda y succión.
En el ámbito internacional, insistió, hay un consenso de científicos que confirman que “este modelo económico basado en los hidrocarburos es insostenible. Cada vez se está más cerca del “pico” del petróleo, del punto en que la producción va a ser incapaz de satisfacer este consumo irracional y en alto grado dispendioso”.
A la fecha, los precios internacionales del petróleo han rebasado los 100 dólares y en México se acercan a los 90, informó. La comunidad científica se ha unido a una alerta tecnológica a la sociedad en general, en torno al agotamiento, que se podría alcanzar en el 2025, por lo que se promueven energías alternativas, sobre todo renovables.
El investigador del Programa Universitario de Energía (PUE), Gerardo Bazán, expuso que la extracción diaria de petróleo en aguas profundas está en el orden de un millón 300 mil barriles de la producción global.
Con los huracanes, advirtió, no se puede instalar tecnología en aguas profundas, porque genera gran incertidumbre. Recomendó como opción para el suministro del aceite negro los mares someros, donde ya se han explotado yacimientos, pero sólo el equivalente al 35 por ciento del total.
“Hay visiones catastróficas sobre la declinación del petróleo, suficiente para satisfacer las necesidades de aquí a 100 años, y las hay optimistas, hasta para 200 años más, y también contundentes, que aquel yacimiento que permanece en el subsuelo después de la extracción es cercano al 65 por ciento”, aclaró.
La mayoría de los sistemas económicos del mundo dependen del petróleo y gas natural, sostuvo, y estos hidrocarburos condicionan la dinámica global. “Buena parte de lo que ocurre se puede explicar por esta gran lucha por controlar y garantizar sus suministros. Estos energéticos no sólo proporcionan combustibles, sino tienen que ver con todos los procesos económicos, políticos y sociales”.
Ante ello, Bazán se manifestó por mantener un equilibrio entre lo que se extrae y lo que se descubre para garantizar el abastecimiento obtenido en gran medida del complejo Cantarell, apellido en honor al pescador que en los años setenta descubrió hidrocarburo en los mares cercanos a Ciudad del Carmen, Campeche.
El investigador de la Unidad de Economía de la Energía del IIEc, Arturo Bonilla, expresó que para manejar adecuadamente el petróleo, no hay que ir a los yacimientos profundos, porque todavía hay mucho territorio explotable tierra adentro y en los mares nacionales.
“Se debe ir a lo menos costoso y riesgoso para el país, a las aguas someras y no profundas, para invertir más en refinación, con el objeto de darle mayor valor agregado al crudo mexicano ya industrializado, porque de EU se importan petrolíferos y petroquímicos”, dijo.
La investigadora del IIEc, Sarahí Ángeles Cornejo, sugirió dirigir la búsqueda de petróleo a las zonas profundas. Ello es excesivamente costoso, pues “perforar un pozo cuesta 150 millones de dólares y se requieren excavar unos dos mil pozos, es decir, 300 mil millones de dólares”.
Cada día se extraen cerca de 85 millones de barriles de petróleo en el mundo. De ellos, cerca de tres millones proceden del territorio mexicano. Al respecto, el jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra de la Facultad del ramo (FI), Ricardo Padilla y Sánchez, precisó que se tienen reservas probadas, con los pozos ya perforados, para la próxima década; las probables, con estudios que lo confirman, para 15 años más, y las reservas posibles, con indicios, para 40 ó 45 años.
Especialistas de la UNAM, señalaron que el país posee reservas comprobadas para los próximos diez años, sumadas a nuevos yacimientos por explorar en aguas profundas y a la explotación de los ya conocidos con tecnologías novedosas.
De acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex), el país está posicionado en el lugar 15 respecto a las reservas, con 364 campos en producción, seis mil 80 pozos en explotación, 199 plataformas marinas, además de tener ubicados nuevos yacimientos en la planicie costera del Golfo de México.
En el marco de la reciente conmemoración del 70 aniversario de la expropiación petrolera, Padilla y Sánchez explicó que en el Golfo se cuenta con 104 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Poco más de la mitad de esos recursos se ubican en aguas mexicanas y están poco explorados, mientras que del lado norteamericano sí se ha usufructuado la zona. No obstante, aclaró que esta opción representa una inversión costosa en una zona con 3.6 kilómetros de profundidad.
La extracción en esos lugares, consideró, implica instalar una tubería de hasta seis kilómetros de largo, si se considera el subsuelo por perforar, una plataforma o barco que sostenga el equipo, además de contemplar la posibilidad de desastres naturales como huracanes, lejos de tierra firme.
“Aquí es donde las universidades pueden ayudar, porque tienen fortalezas científicas y tecnológicas, ingenieros, geólogos, oceanógrafos y expertos en todo lo referente al hidrocarburo”, afirmó uno de los responsables en la impartición de las maestrías en Ingeniería del petróleo y gas natural, así como en Explotación del petróleo, que se imparte en la FI.
Por su parte, el experto del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), Fabio Erazo Barbosa Cano, señaló que en la actualidad se consumen aproximadamente 85 millones de barriles de petróleo al día, 20 millones tan sólo en EU, “con un ritmo de extracción exageradamente acelerado que provocará pronto agotamiento”. En tanto, México, produce alrededor de tres millones.
La oferta de petróleo, alertó, ya no puede satisfacer la demanda creciente, al punto que se está llegando al “pico”. A ello se suman países como China e India, con altas tasas de consumo, con una economía basada en los hidrocarburos, principalmente para el sector transportes, que requiere de gasolinas, diesel y de otros combustibles.
La generación en el país, aseguró, con exploración y explotación de yacimientos, “cada vez enfrenta mayores dificultades para encontrar un barril del aceite o un pie cúbico de gas natural, porque las perforaciones deben ser más profundas y en zonas inaccesibles, con gran desafío tecnológico para instalar un equipo” de búsqueda y succión.
En el ámbito internacional, insistió, hay un consenso de científicos que confirman que “este modelo económico basado en los hidrocarburos es insostenible. Cada vez se está más cerca del “pico” del petróleo, del punto en que la producción va a ser incapaz de satisfacer este consumo irracional y en alto grado dispendioso”.
A la fecha, los precios internacionales del petróleo han rebasado los 100 dólares y en México se acercan a los 90, informó. La comunidad científica se ha unido a una alerta tecnológica a la sociedad en general, en torno al agotamiento, que se podría alcanzar en el 2025, por lo que se promueven energías alternativas, sobre todo renovables.
El investigador del Programa Universitario de Energía (PUE), Gerardo Bazán, expuso que la extracción diaria de petróleo en aguas profundas está en el orden de un millón 300 mil barriles de la producción global.
Con los huracanes, advirtió, no se puede instalar tecnología en aguas profundas, porque genera gran incertidumbre. Recomendó como opción para el suministro del aceite negro los mares someros, donde ya se han explotado yacimientos, pero sólo el equivalente al 35 por ciento del total.
“Hay visiones catastróficas sobre la declinación del petróleo, suficiente para satisfacer las necesidades de aquí a 100 años, y las hay optimistas, hasta para 200 años más, y también contundentes, que aquel yacimiento que permanece en el subsuelo después de la extracción es cercano al 65 por ciento”, aclaró.
La mayoría de los sistemas económicos del mundo dependen del petróleo y gas natural, sostuvo, y estos hidrocarburos condicionan la dinámica global. “Buena parte de lo que ocurre se puede explicar por esta gran lucha por controlar y garantizar sus suministros. Estos energéticos no sólo proporcionan combustibles, sino tienen que ver con todos los procesos económicos, políticos y sociales”.
Ante ello, Bazán se manifestó por mantener un equilibrio entre lo que se extrae y lo que se descubre para garantizar el abastecimiento obtenido en gran medida del complejo Cantarell, apellido en honor al pescador que en los años setenta descubrió hidrocarburo en los mares cercanos a Ciudad del Carmen, Campeche.
El investigador de la Unidad de Economía de la Energía del IIEc, Arturo Bonilla, expresó que para manejar adecuadamente el petróleo, no hay que ir a los yacimientos profundos, porque todavía hay mucho territorio explotable tierra adentro y en los mares nacionales.
“Se debe ir a lo menos costoso y riesgoso para el país, a las aguas someras y no profundas, para invertir más en refinación, con el objeto de darle mayor valor agregado al crudo mexicano ya industrializado, porque de EU se importan petrolíferos y petroquímicos”, dijo.
La investigadora del IIEc, Sarahí Ángeles Cornejo, sugirió dirigir la búsqueda de petróleo a las zonas profundas. Ello es excesivamente costoso, pues “perforar un pozo cuesta 150 millones de dólares y se requieren excavar unos dos mil pozos, es decir, 300 mil millones de dólares”.
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