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11 abril 2008

OTRO SENTIDO COMÚN


− para reflexionar en grupo −
INTRODUCCIÓN AL NUEVO PENSAMIENTO
1. La lucha de las ideas
Atrás de una hoja calendario decía, no sé quién lo escribió: “Siembra una idea y cosecharás una acción, siembra una acción y cosecharás un hábito, siembra un hábito y cosecharás un carácter, siembra un carácter y cosecharás un destino”. Acaso usted ya habrá leído esto en otro lado; pero es lo que queremos hacer con este tipo de panfletos, estimado lector, depositar en su cabeza una nueva idea, la semilla de un nuevo pensamiento político. Si usted considera firmes sus convicciones tal vez temerá leerlo; pero si duda, a lo mejor continúa leyendo y tarde o temprano la semilla crecerá. Esa semilla debe ser sembrada alguna vez mediante cierto mensaje, cierta plática o con algún hecho que invite a reflexionar. Aunque de pronto lo rechace, después lo rumiará en la cabeza y su inconciente comenzará a digerir nuevas reflexiones. A eso apuesta la lucha de las ideas, que usted se convenza por sí mismo a su ritmo y a su tiempo, con libertad para cambiar de opinión. Claro, de nuevo estamos platicando entre nosotros, el pueblo de a pie; un intelectual o un académico mejor lee otra cosa.
2. Cambiar las ideas para cambiar la realidad
Cambiar las ideas no basta para cambiar la realidad. Pero erramos si se piensa cambiar primero la realidad para cambiar nuestras ideas, pues este sofisma supone que el cambio de dicha realidad vendrá espontáneamente, sin ideas de por medio o contra el propio pensamiento. Es cierto que las ideas brotan de la realidad, mas también brotan las ideas de rebelión y libertad frente a la dominación que se impone; porque el ser humano tiene alma libre y es naturalmente digno. Decía José Martí, el libertador cubano: “Las bestias necesitan ser libres para ser dichosas: el elefante no quiere tener hijos cuando vive preso; la llama del Perú se echa en tierra cuando el indio le habla con rudeza o le pone mayor carga de la que puede soportar. El hombre debe ser, por lo menos, tan decoroso como el elefante y como la llama”. Si las personas tenemos ese mismo espíritu de dignidad y ese instinto animal de libertad, qué decir como seres humanos, pues hemos vencido toda forma de dominación a lo largo de la historia. Entonces, las ideas no bastan, pero son el primer paso para cambiar nuestro destino.
3. El águila y la gallina
En 1925 James Aggrey tomó la palabra en aquella asamblea donde el pueblo africano de Ghana decidía su destino, y como fino educador contó una bella historia que despertó la conciencia sometida por los ingleses e impulsó la independencia de su país. Era el cuento del águila y la gallina, donde cierto naturalista demostró a un granjero que el águila en su corral era en verdad un águila, pese a que graznaba, saltaba y picoteaba como gallina, agachado de crecer en ese gallinero. Después de varios intentos para que volara desde su brazo y desde la azotea, lo llevó a la cima de una montaña donde consiguió que el águila llenara sus ojos de la luz solar, midiera la profundidad del horizonte y alzara portentosamente sus alas hacia el azulado firmamento: ¡Vuela, eres un águila!, gritó aquel hombre. Y concluyó Aggrey, “¡Hermanos y hermanas, compatriotas! ¡Nosotros somos creados a semejanza de Dios! Pero hubo quienes nos hicieron pensar como gallinas. Y muchos todavía creen que somos efectivamente gallinas. Pero somos águilas. Por eso, compañeros y compañeras, abramos las alas y volemos. Volemos como las águilas. Jamás nos contentemos con los granos que nos arrojan a los pies para picotear”. [1]
1 Cfr. Leonardo BOFF, “El águila y la gallina”, Editorial Bonum, Argentina, 1997, p. 19-22. Ver también http://www.vinculando.org/documentos/cuentos/aguila_gallina.htm en internet.
4. El poder de la palabra
Es que a los mexicanos nos han sembrado no una idea sino un destino de explotación y dominio que nos produce prejuicios, sumisión y olvido. Hay que cambiar esas ideas por otras que liberen a nuestro pueblo. Y refrésquese mucho la memoria. Porque si bien la información lleva a la acción, es necesario romper los esquemas de pensamiento establecidos y el cerco informativo de los medios, como el sembrador que rompe la tierra y traza un surco para depositar la semilla. Es una labor insoslayable la revolución de las ideas. “La otra ideología” decimos ahora, “la otra teoría”. Acaso todas las luchas insurgentes han sido impulsadas por una revolución semejante. Numerosos medios de comunicación que hoy llamamos alternativos, tuvieron una importantísima labor durante el profiriato para despertar la conciencia de las águilas mexicanas. Así pasó incluso con la independencia de EU, donde Thomas Paine trastocó la conciencia norteamericana mediante su obra “Sentido Común”. Y no hace mucho Luther King liberó a los negros de la discriminación en ese país a partir de su famoso discurso “Tengo un sueño”. Era el poder de la palabra, el valor de la razón que ahora levanta a los mexicanos en pos de sus derechos.
5. Lo que quisiéramos
Sin embargo, aquí sólo pretendemos decir que los mexicanos también necesitamos revolucionar nuestras ideas. Pero ya no explicaremos que izquierda significa bien común, por ejemplo, sobre todo si se comprendió “El Gobierno Federal Autónomo”. Ni definiremos la derecha pues las injusticias sociales lo dicen todo. ¿Y del capitalismo?, usted leyó la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, o la va a leer. Del neoiliberalismo nada hay que contarle, nos dejó sin patria. Y cualquiera advierte la burla de que este país miserable es fruto de la democracia, ¡producto de la voluntad ciudadana! ¿Quienes ostentan el poder opresor?, usted los conoce, andan libres y alguno pasea por su mente ahora. ¿Le platicamos que el sistema de partidos es de derecha?, lo sabe y no le gusta que lo anden repitiendo. ¿Le informo que su dignidad no le importa a nadie?, lo sabe y en efecto no le importa. Tampoco necesitamos explicarle que una clase alta requiere una baja, y que un primer mundo necesita un tercero que acabe con estas injusticias. Ya sabe usted todo eso. Lo que quisiéramos es que usted se encabrone.
6. La idea que calienta
Cuando la dignidad y la verdad se aderezan de sentido común, la idea ya calienta y puede ayudar a liberarnos. 1) Hablamos de dignidad porque el sistema capitalista nos ha despojado también de ella, y entonces no sentimos la indignación frente al engaño electoral, por ejemplo. 2) Hablamos de la verdad, porque nuestra conciencia mal informada con falsas premisas no razona bien; cuando muchos ignoran su esclavitud o su pobreza ¿de qué liberación habla usted? “El rebaño inconsciente se agita bajo el látigo de la verdad”, decía Flores Magón.[2] Y 3) hablamos de sentido común, porque es el menos común de los sentidos en un sistema de derecha, donde nos dan complicadas explicaciones que nadie entiende para justificar las desigualdades: Así nos explican el Fobaproa o los pagos adelantados a la deuda externa, a millones de mexicanos que padecemos hambre; ¿o quién entiende los altos costos de la “democracia” y sus bonos de productividad en un país que huye al extranjero para sobrevivir?, el sentido común por supuesto no. Pues bien, los medios de comunicación alternativa entablan ya la lucha de las ideas en esos tres terrenos, tan compatibles que a veces significan lo mismo.
2 Cfr. Ricardo FLORES MAGÓN, Regeneración, 4 de marzo de 1911.
IMAGINANDO OTRA ECONOMÍA
7. Sentido particular y sentido común
La economía de derecha tiende una mano “amiga” mientras esconde el puñal en la otra. Con su filosofía de “todos ganan”, presenta una carnada para tomar el pescado: Ofrece más guarderías a fin de explotar mejor a las mujeres. Promete albergues a los emigrantes para abaratar el empleo al inversionista. Piensa en mejores condiciones laborales por aumentar la producción y las utilidades. Da la tierra al campesino a modo de comprársela. Paga la deuda externa para que los extranjeros lucren con el gasto social. Pavimenta las distancias para hacer negocio con el transporte. Piensan en el turismo a fin de hacer su agosto como grandes empresarios. Otorga créditos, usted sabe para qué. Enseñan a pescar ¡pero se quedan con la caña! Quieren acabar con los ambulantes para que los locatarios vendan o vivan de sus rentas. Reparten despensas a los ancianos mas no empleos. Y si son inteligentes, piensan en cualquier otro populismo para aplacar a la gente y dar estabilidad al sistema capitalista, así como los sindicatos estabilizan al sistema obrero-patronal. La derecha habla de un “sentido común” que sólo ella siente, porque es particular. Veamos ahora algunos ejemplos de izquierda.
8. Todo a partir de los derechos humanos
Un nuevo proyecto de nación basado en el ser humano, es decir, en “el otro sentido común”, debe partir de una canasta básica que satisfaga todas las necesidades individuales, familiares y comunitarias. Cada persona tendrá asegurados todos sus derechos humanos: económicos, sociales, culturales, ambientales, civiles, políticos y los que falten, desde la concepción hasta el epitafio. A partir de esta canasta se ajustará toda la estructura social. Esto es, la producción, precios, salarios... toda la economía será para ese fin. También las leyes, los poderes, toda la política. Y toda la ideología: costumbres de los pueblos, hábitos de consumo, educación, comunicación, todo lo relacionado con la formación de las ideas y su expresión cultural. Esta canasta básica satisface con plenitud las necesidades humanas, tanto físicas y mentales como espirituales de cualquier vecino. Todo alrededor del ser humano. Ya no girará nada alrededor del mercado o del lucro; ni en torno a la inflación, los impuestos, el circulante o el empleo; mucho menos dependerá de la deuda externa, de la bolsa de Nueva York, del Banco Mundial ni del Fondo Monetario Internacional −no hay que temerles−. Todo en torno a la canasta básica de los derechos humanos.
9. Canasta básica: un punto de partida
Dicha canasta se puede calcular según el número de integrantes familiar, hasta digamos cinco, siendo responsabilidad de los padres la planificación y su calidad de vida. Comoquiera, el Estado velará por todos y no habrá sexto malo, no sobrará ser humano ni veremos indigencia. La canasta nos alcanzará para alimentación, salud, vestido, vivienda y servicios públicos, incluyendo comunicaciones como transporte o teléfono; incluso para el entretenimiento y la cultura, no será un lujo ir al cine. Vamos, contiene lo indispensable y también lo necesario. Dicha canasta no incluiría alimentos escasos, ni ropa tipo “Martha Sahagún” o aparatos eléctricos sofisticados, ni viajes al extranjero o en avión, o viviendas tan grandes que requieran servidumbre; y sin embargo, casi todo se podrá tener hasta cierto punto, pues no se busca en la canasta un “hasta aquí” sino un punto de partida. Nos veremos con menos necesidades, plenamente satisfechas. Nada que “ya me vi” a costa de los bolsillos ajenos, porque la riqueza también tendrá límites, y su exceso será motivo de expropiación pública cuando la acumulación excesiva de capital provoque pobreza social. Si usted no es dueño de Telmex o Televisa, ni de bancos o latifundios, nada pierde.
10. Reubicación laboral, menos transporte
Otro ejemplo. Cuando otro sentido común gobierne, muchas necesidades ya no existirán. En las metrópolis no se preferirán avenidas de segundo piso ni trenes bala para el transporte público. Los trabajadores podrán reubicarse en empleos cercanos a su domicilio, o reubicar su morada alrededor del jale, según lo que el trabajador considere más estable. Así la gente podrá trabajar en su colonia. El velador que vive en Cuajimalpa no viajará más a Chalco, el de Chalco no irá hasta Cuajimalpa. ¿En Guadalupe, Nuevo León, duerme un obrero?, no irá más hasta Santa Catarina, y el de ahí, ahí se queda. Una secretaria que viva en Zapopan, Jalisco, ya no correrá sonando sus tacones hasta Tlaquepaque, ni viceversa porque se trataría de acortar al máximo las distancias. Cada trabajador tendrá prioridad en su delegación, su colonia, su cuadra, nadie llegaría cansado a trabajar. Habría menos necesidad de transporte público, que sería de mejor calidad. El auto no sería tan necesario. Los automovilistas podrían circular a diario y no obstante el tráfico sería más ligero, con menos accidentes, humo, ruido. Viviremos más tranquilos sin tantas enfermedades por nervios o contaminación.
11. Eficiencia de izquierda
Los niños también pedirían mano en las escuelas más cercanas e irían caminando. Tendrían tiempo de desayunar y con el dinero del pasaje ahora comprarían un Boing en el recreo. Disminuiría la inseguridad pública porque conoceremos más a los vecinos, sin tanto extraño que llegue a diario de dios sabe dónde; más vida comunitaria tendremos. De vez en cuando visitaremos otra colonia de algún pariente, tal vez de paseo; o para comprar algo especial y cosas así, no habría mayor necesidad. Además de economía familiar habría ahorro social en combustible, y menos gastos en ampliar las calles eliminando jardines o levantando espantosos puentes que acaban con la visibilidad y la estética urbana. Habría otras obras, quizá menos urgentes y aparatosas pero tan importantes como el mantenimiento de la red hidráulica, digamos, ahorrando miles y miles de litros de agua que se fugan cada día. Vaya, un sistema social más “eficiente”, pero no de la ganancia privada sino del bien común, una eficiencia de izquierda. Claro, los intereses de arriba levantarían las cejas.
12. El derecho a la localidad
Este proceso de reacomodo podría empezar entre las instituciones de gobierno que obedezcan al “otro sentido común”. Entonces ningún servidor público irá castigado a otro estado o municipio, tendrá derecho a trabajar en su localidad. Posteriormente, puede haber menos impuestos para los centros particulares de trabajo que reubiquen o intercambien personal; inclusive reconocimientos por la mayor cercanía con los domicilios de sus trabajadores; y tal vez el Estado pueda compensar prestaciones, antigüedades o algunas diferencias de salarios para que los trabajadores conserven los beneficios que tenían sin perjudicar a donde lleguen. Ahora bien, si este derecho a la localidad contempla por igual a los soldados, habría menos abusos a la población y si contempla a los reclusos, menos presos políticos; si a los emigrantes, menos desintegración familiar; y ahora pienso, habría más viviendas propias. En fin, he aquí un ejemplo más del otro sentido común, principio fundamental de “la otra economía”. Se trata de imaginar −aunque sea pobremente como aquí− “la otra sociedad” y “el otro gobierno” que ya se construyen, presentando propuestas, desechando; no sea que llegado el poder al pueblo no sepamos qué hacer con él, repitiendo los mismos errores. No basta saber lo que no queremos.
LA POLÍTICA AL REVÉS
13. Calderón, sin el beneficio de la duda
El beneficio de la duda que mantuvo a Fox como presidente es una carencia de Felipe Calderón. Ahora el poder se arrincona en la ultraderecha donde todos pueden verlo cual es. “Esos son, esos son los que arruinan la nación”, podrá usted señalar sin dudas muchos edificios marchando sobre la avenida Reforma. En este sentido “la otra campaña” se ve beneficiada con la ultraderecha, porque es el enemigo inconfundible y no hay pueblo que la aguante. Una polarización similar empujó a la revolución mexicana, decía Madero en su Plan de San Luis: “Si en el ánimo del general Díaz hubiesen pesado más los intereses de la Patria que los sórdidos intereses de él y de sus consejeros, hubiera evitado esta revolución, haciendo algunas concesiones al pueblo; pero ya que no lo hizo... ¡tanto mejor!, el cambio será más rápido y más radical, pues el pueblo mexicano, en vez de lamentarse como un cobarde, aceptará como un valiente el reto; ya que el general Díaz pretende apoyarse en la fuerza bruta para imponerle un yugo ignominioso, el pueblo recurrirá a esa misma fuerza para sacudirse ese yugo, para arrojar a ese hombre funesto del poder y para reconquistar su libertad”.
14. Ahora intuimos cómo ganó Fox
Otra ganancia con el PAN es que resultaron tan perversos pero más sonsos que los otros partidos, lo vimos con Calderón; es increíble lo que hicieron. Se trató de una victoria pírrica,[3] toda vez que ese sistema agoniza. Agoniza porque el IFE, instituto de fraude electoral, igualmente exhibe lo que es, una farsa, una institución de derecha al servicio de la misma. No puede ocultar más las garras a menos que cierre uno los ojos. ¡Cuál calidad moral! ¡Cuál prestigio! ¿A los ojos de quién? Ahora intuimos cómo ganó Fox su elección −sigue siendo inverosímil que alguien haya confiado en él−: aparte de contar también con el entonces presidente Zedillo, ahora vemos que tenía más fácil el mismo fraude de Calderón sin tanta evidencia y descontento. El discutible voto en el extranjero todavía no lo tenían, pero sí encuestas, televisión y madruguetes, desvíos del erario así como conteos fraudulentos y falsificación de actas, al tiempo que los muertos se levantarían a votar entre financiamientos ilegales y apoyo extranjero, manipulación cibernética, violaciones al padrón... ¡Cuál democracia ejemplar! ¡Cuál voluntad del pueblo! Ahora están nerviosos, temblando porque el águila se levanta.
3 Se dice de una victoria pírrica cuando el vencedor pierde más que el vencido.
15. Obrador fortalece al capitalismo
A López Obrador, empero, le benefician la duda y la política comodina del voto útil, aplacándose el pueblo. Hemos visto tolerar corrupciones e injusticias para proteger en el poder a los compañeros de “izquierda”, perredistas, mientras éstos devoran el botín como los priistas o panistas. Nadie hace nada porque se trata del “compañero”, el “camarada”. Así, el pueblo se sienta y el sistema avanza; el molde ya está para quien llegue al poder. De hecho, Obrador daría estabilidad al sistema capitalista haciendo soportable la pobreza mediante migajas de gallinero; el pueblo no pensaría en revoluciones. ¡Ah fórmula más anticuada! pero desgraciadamente cierta: "El ser humano está más dispuesto a soportar, mientras los males sean tolerables, que enmendarse aboliendo las formas acostumbradas" −reconocía Jefferson en la independencia estadounidense−. Por eso, Obrador decía entre líneas: por el bien del rico, primero el pobre. Mas la ultraderecha, cegada de poder, se impuso caprichosa contra los más elementales principios sistémicos de la estabilidad, arriesgando el sistema mismo.[4] Vaya, se abalanzaron sobre los huevos de oro y les importó madres la gallina. Claro, tenían razón, aquel “es un peligro para México”, pero “porque extravía las conciencias y desvía a los trabajadores de la emancipación económica”.[5]
4 Cfr. Ludwig Von BERTALANFFY, “Teoría General de sistemas”, FCE, México, 1976.
5 Así decía Ricardo Flores Magón, del traidor Francisco I. Madero, por ser éste un continuador del capitalismo. Cfr. FLORES MAGÖN, “Votos de adhesión”, Op. Cit. Y es que Obrador reencarna a Madero, no a Juárez como insinúa.
16. Todos por encima de la ley
Y si vamos a hablar de sentido común, uno se pregunta por qué los políticos han diseñado un congreso dividido contra sí mismo en múltiples partidos. ¿Es que no todos representan los intereses del pueblo? ¿Y por qué un “equilibrio” de poderes que se vigilan y estorban entre sí? ¿No son de fiar? Poderes que compiten y se neutralizan unos a otros, y nomás no se avanza; o avanzan por su lado sin consentimiento de los demás, contra su propio “estado de derecho”. Luego, con aire de sabiduría dicen que la ley es para servir al hombre, pero que “nadie debe estar por encima de la ley”. ¡Qué cosas más absurdas! ¿Se están burlando de nosotros? ¿Y por qué EU promueve esta política de adversarios en todo el mundo? Cosas por el estilo se preguntaban los mismos norteamericanos antes de independizarse de la corona británica en el siglo 18, antes de convertirse en imperio;[6] ahora nosotros nos preguntamos lo mismo para independizarnos de ellos y de sus aliados nuestros gobernantes. El gobierno se las ingenió para que naciera otra revolución.
6 Cfr. Thomas PAINE, Common Sense, cap. 1, n. 25.
17. Ya veremos quién es el más fuerte
Ese dos de julio ¡cómo reían los candidatos! proclamándose vencedores. Calderón y su corte lucían sus mejores prendas. Fox y los empresarios daban vueltas agarrados de la mano, cómo gozaban. El jefe Diego, orgulloso, se presumía el artífice de la burla nacional, qué inteligente, qué poderoso. Los gobiernos de España y Estados Unidos levantaron sus copas, ¡la esclavitud continúa! Los intelectuales de Televisa y TV Azteca muy listos habían sido, eran ya de la corte. Algunos obispos frotaban sonrientes las manos bajo la sotana, su piel de oveja. El instituto de fraude electoral cumplía la encomienda, recibirían su recompensa. Las encuestadoras también, qué negocio... Pero no tardaron en enmudecer y palidecer el rostro, sudaban. Era el tres de julio, el pueblo iracundo: ¡habían sido todos engañados! como tantas veces. Votaron como nunca y perdieron como siempre. Era el pueblo indignado abajo a la derecha, las masas; millones de pobres burlados otra vez. ¡La democracia del voto fue todavía más inútil ahora, triunfó el sistema perverso! La conciencia del pueblo ya despierta, se calienta, conoce la verdad y la desobediencia civil aflora. Se organizan, las cosas no se quedarán así, el pueblo tiene la última palabra. Aquellos que reían, van a llorar.
18. ¿El hermano policía?
No obstante, muchos servidores públicos están “abajo y a la izquierda”. Son los sindicalizados que menosprecia y manipula el alto funcionario en arreglo con sus líderes. Pero también son los trabajadores de confianza de niveles bajo y medio, aún más explotados mediante horas extras y fines de semana no remunerados; amenazados de despido si no apoyan las campañas políticas del poder en turno; sin libertad de elección política; sin mejorar sus ingresos ni ascender profesionalmente, desplazados por un recomendado del jefe con menor capacidad y experiencia. Asimismo, están abajo muchos soldados y policías que a diario piensan desertar porque son tratados como bestias, drogados para arremeter contra sus hermanos, protegiendo al tirano. Todos ellos son además de izquierda si en un escondite de su corazón alojan las luchas de liberación nacional aunque no puedan manifestarlo. Quizá en otro momento apoyen estos movimientos. Pero a ratos olvidamos que son esclavos del gobierno y también necesitan liberarse. Cuando el súbdito se ha negado a someterse y el funcionario renuncia a su cargo, la revolución se ha logrado”, escribía Henry Thoreau en su ensayo “Desobediencia Civil”. El primer paso sería −mientras no nos ataquen, claro− tratarlos como hermanos.
IDEOLOGÍA SIN SOTANA
19. Derecho a la ira
Todos tenemos derecho a la ira porque es parte de nuestra naturaleza. Incluso es necesaria cuando la razón no encuentra interlocutor, y muy buena si es oportuna y eficaz. Más aún, sólo envueltos de ira solucionamos algunos problemas y se nos respeta. ¿Hay ignominia, sometimiento, abuso o está en juego la dignidad y el propio pellejo?, nada más preciado que la ira.7 Pero en nuestro país las ideas y sentimientos del pueblo son extraídos, engañados, amordazados para que no desate su furia. Esto hace el poder opresor por sus privilegios y diversos son sus modos para adormecer la conciencia social, lo sabemos: La televisión donde los empresarios satanizan la violencia o desvían la atención. Luego los políticos que llaman a la “cordura”, a negociar, al estado de derecho que sólo ellos pueden torcer. Y para que amarre bien, aquellas iglesias que invitan a la sumisión, a resignarse, a obedecer las leyes del tirano. Tres poderes siempre confabulados y de la mano que temen mucho la insurrección. Pero hablemos más de la iglesia y la religión en México.
7 Ver “El Tabú de la Violencia”, numerales 5-8.
20. El cristianismo es de izquierda
El cristianismo también es político y tiene ideología. Y tiene mucho que ver con la economía, porque desde la materialidad de la vida surge el espíritu cristiano de compartir y cooperar; el espíritu comunitario de amor, compasión, unión y solidaridad, justicia... por eso es, además, de izquierda. Pero tenemos una jerarquía católica que ordinariamente apoya sistemas sociales de derecha, opuestos a los valores cristianos, como la partidocracia y el capitalismo que padecemos donde reinan el individualismo, la competencia y la concentración de la riqueza en pocas manos. Por un oído nos hablan del amor a nuestros semejantes y por el otro nos dicen, vayan y participen en ese sistema electoral donde se dan en la madre unos a otros, mientras uno se pregunta si Jesús llamaría a votar en este estado de cosas. Empero, el problema no es que la iglesia participe en política, sino que apoya esa política para el bien de unos cuantos; al tiempo que su doctrina social pregona el bien común, si no con hipocresía al menos con gran incongruencia evangélica. “Pedimos para que todos los habitantes respetemos las instituciones”, exhorta el cardenal Norberto Rivera.8
8 Homilía del 20 de julio del 2006, NOTIMEX, El Universal.com.mx, Oran en la Catedral por respeto de las instituciones”, 13:46 hrs. Aquí, el cardenal pretende también ocultar que Jesús fue condenado precisamente por contestatario y rebelde a las instituciones tanto civiles como religiosas.
21. ¿De qué lado está nuestro Dios?
Lo que debiera plantearse la iglesia es, ¿de qué lado está nuestro Dios?, no sea que se encuentre peleando contra Él, “porque si este asunto es cosa de los hombres, pasará; pero si es de Dios, no podrán ustedes vencerlos” (Hch 5, 38s). Es que llegaron los capitalistas neoliberales que sometieron al pueblo mexicano con crudeza, y muchos jerarcas se alían a ellos contra las luchas de liberación, e invitan a la gente para que avale con su voto este modelo perverso de falsa democracia, induciéndolo “veladamente” por la derecha.9 Pero esto no es nada nuevo −persígnese otra vez−, es la misma jerarquía que en 1847 quería vender a EU también Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas por tres millones de dólares; la que entonces traicionó a México sumando al yanqui sus ejércitos en el derramamiento de la sangre,10 agallinando la conciencia de los mexicanos desde el púlpito. Pero, ah, cómo exaltan la mexicanidad de la Guadalupe esos jerarcas; y la cara piadosa que ponen para que no hagamos tesoros terrenales mientras ellos se justifican todo tipo de negocios capitalistas. ¿La ambición de poder y dinero que Jesucristo aborreció yace detrás de todo esto?
9 Ver un ejemplo en nota de Alma E. MUÑOZ, “Grupo religioso llama a no votar por López Obrador”, La Jornada, 20-jul-2006.
10 Destacó el ejército eclesial “Los Polkos”. Léase la interesante narración de Francisco MARTÏN MORENO, “México Mutilado”, ED. Alfaguara, México, 2005, p. 349, 447.
22. Esa iglesia es de derecha
Y las iglesias protestantes no se quedan atrás con su ideología individualista a mano con el capitalismo.1[1] Promueven la propia salvación del alma en otro mundo, y en la tierra el respeto a la autoridad tirana. “Huye de la política” dicen, “no te metas en problemas”. Al igual que la iglesia católica fomentan el respeto al orden establecido, totalmente contrario a los valores del cristianismo y a la práctica del mismo Jesús. Iglesias cómplices y copartícipes de las estructuras injustas. Quizá por eso los feligreses no distinguen mayores diferencias y deambulan de una religión a otra como en los partidos políticos; son parte del mismo sistema, de la misma ideología. Ojalá fueran iglesias por una política del bien común, contra la pobreza y los ricos que la generan. Iglesias que en lugar de oponerse a la eutanasia, por igual llamen a la desobediencia civil de las leyes que oprimen al pueblo, contrarias al cristianismo. Porque más gente muere diariamente a causa de las estructuras injustas que por otra cosa, y aun las guerras están lejos de ser la primera causa de muerte entre los seres humanos. Es la pobreza que la iglesia justifica, la más grande asesina.
11 Del culto al dinero, ver Max WEBER, “La ética protestante y el espíritu capitalista”, Premia Editora, México, 1979, Cap. 2. Del individualismo protestante, ver Erick FROMM, “El miedo a la libertad”, FCE, México, 1989.
23. La otra espiritualidad
Y si no es posible rebelarse dentro de la propia iglesia, enhorabuena los religiosos y laicos libres que se atrevan a fundar una nueva, revolucionaria, de veras con los de abajo, “la otra iglesia”. Que rompan los esquemas que atemorizan a la gente, así como el monopolio religioso y la manipulación de las ideas. Sin mercantilismos. Sin la excesiva religiosidad que el propio Jesús criticó.12 El Dios del evangelio se los agradecería, en tanto que muchos abandonaríamos nuestra oxidada iglesia católica para sumarnos a “la otra espiritualidad”: una que realmente fortalezca nuestro interior; que no baje del cielo con una bendición sino que brote de la tierra con las acciones a nuestros semejantes; una espiritualidad de izquierda que busque el bien común y se indigne ante las injusticias; que nos empuje a levantar al caído, no a besar la mano poderosa; ah, y que deje a los diputados sus leyes y al pueblo las suyas, y las de dios, las leyes de la justicia. Pero si la justicia no fuera el sentido fundamental del evangelio, tírese éste a la basura y a construir “el otro evangelio” y “el otro Jesús” −si no pudiera prescindirse de ellos.
12 Cfr. Albert NOLAN, “Jesús antes del cristianismo”, Ed. Sal Terrae, España, 1981, Cap. 13.
24. Los que andaba buscando
Pero qué pasa. Nace un movimiento social como el zapatista, a tono con la independencia de México, con la revolución mexicana y el evangelio, que anuncia la liberación de los oprimidos para que el enfermo sane y los hambrientos coman, para que los niños estudien y todos tengan casa, para que los desempleados trabajen, los inocentes alcancen libertad y ¡zaz!, el poder comienza a golpear todo eso. La iglesia católica no ha reconocido que en “la otra campaña” convergen los desarrapados y prostitutas del evangelio, los desposeídos, los enfermos, quienes necesitan trabajo, los despreciados, los que no van a misa ni cumplen las leyes, los guerrilleros y todos aquellos que el tal Jesús andaba buscando. En cambio, se ha unido al rico que desprecia al pueblo, tal y como hicieron los fariseos denunciados por ese Jesús. Si usted conoce algún sacerdote o religiosa comprometidos con la justicia, bueno, no estamos hablando de ellos. Pero no más religiosos orgullosos y prepotentes que se sientan superiores al feligrés. Surjan otros que obedezcan la voluntad de la iglesia, es decir, del pueblo; que también manden obedeciendo como los primeros cristianos, o que sean cambiados por la comunidad cuando no sirvan (Hch 6, 1-7). 13
13 La Otra Campaña ya empieza a tocar también estas sensibles fibras del pueblo mexicano. Así lo expresaron algunos grupos indígenas cuando hablaban de “la otra espiritualidad” en la 3ª Asamblea Nacional, el 30 de junio del 2006.
APUNTES DE “LA OTRA CAMPAÑA”
25. Organizaciones fuertes
Las cadenas que atarán al capitalismo se forman con los eslabones u organizaciones del movimiento. Es necesario que éstas se fortalezcan internamente, pues una cadena puede romperse por el eslabón más débil; entre más fuertes sean, más fuerte es el movimiento. Desde luego se parte de una cadena básica y previa, la cadena de adherentes que nos permite participar a título personal, pese a la posible negativa de nuestra propia organización. Pero es necesario formar nuevas organizaciones, porque se requieren muchas cadenas. Eso es lo que ha estado haciendo “la otra campaña” con las organizaciones regionales y de sector, observe usted. Se trata de una red de cadenas difícil de vencer, más allá de los parámetros controlados por el estado. En efecto, las redes pueden abarcar distintos estados y municipios que le dificultan al gobierno su seguimiento; y los sectores sociales reúnen a miembros de algunas organizaciones afines que reciben apoyo del estado, sin que éste lo pueda evitar. ¿Pero, quién dará fortaleza a esas organizaciones si no son sus propios miembros, los adherentes? La calidad del adherente importa mucho.
26. Primero la calidad
A diferencia de los partidos, “la otra campaña” prefiere la calidad de sus adherentes. No porque pretenda un reducido número sino precisamente para aumentarlo, ya que la calidad atrae la cantidad; y pues necesita una base sólida para realizar su cometido. Los principios radicales de “la otra campaña” han sido prueba suficiente para que muchos se retiren por sí solos. Es que en ocasiones se requiere un cambio de piel, mas no tenemos libertad para cambiar de parecer, quizá porque duele admitir un error o cuando hemos sido etiquetados socialmente. Qué fácil y qué difícil es cambiar de opinión. Pero un día algo nos hizo entender diferente la realidad y hay que hacer cambios drásticos en nosotros, desdecirse y probar nuestra nueva identidad. Eso ha provocado “la otra campaña” con la sola fuerza de la palabra. La palabra debe ser así de fuerte, así de convincente y verdadera, así de clara que provoque ese cambio de opinión. Habrá que abrirle espacios a la palabra para que rompa el cerco del poder informativo; eso hacemos “los otros medios de comunicación” mediante periódicos y revistas, internet, volantes y carteles, murales, libros o folletos, teatro popular, videos y radios comunitarias.
27. La otra universidad
Un movimiento semejante puede contar con su propia escuela para la formación política de sus adherentes. Porque de ellos saldrán el nuevo constituyente y demás servidores públicos del “otro gobierno”, quienes podrán estudiar los principios de “la otra campaña”, así como la verdadera historia de nuestro país y las corrientes del pensamiento socialista, leyes, análisis de la realidad y metodologías de organización, etcétera; incluso principios de “la otra economía” o tal vez cuestiones técnicas como redacción, contabilidad o de algún servicio que vayan a desempeñar. No faltarán adherentes con capacidad para proponer planes de estudio, compartir sus conocimientos y coordinar la escuela. Qué estupendo si para esto se puede contar con casas o “aguascalientes” en el campo o en la ciudad adonde acudan los adherentes, becados por sus propias organizaciones. Desde luego, esta escuela también puede ser itinerante entre las distintas organizaciones del país, tal vez con otras modalidades de estudio. Y las puede haber a nivel regional o estatal. Igualmente, ¿desde esa misma escuela?, puede surgir un periódico nacional de ”la otra campaña”, el otro diario oficial.
28. El otro periódico
Podría ser mensual, quincenal. Se trata de una prensa popular económica, pedagógica y al alcance de cualquier compañero, con lo más complicado de la educación popular: la sencillez. No un periódico de intelectuales que ni ellos lean; uno donde los principales protagonistas sean los compañeros adherentes y la gente sencilla de nuestro pueblo, cuyas noticias y opiniones han sido siempre marginadas. Se requiere, sí, una red de corresponsales comunitarios capacitados para acopiar información, redactar, entrevistar y coordinar este “otro periódico” en su región. Esto, además de educar y difundir “la otra campaña”, cohesiona al movimiento mediante un proyecto común donde todos los adherentes alimentan, distribuyen y compran su ejemplar. No significa suplantar la prensa popular existente sino complementarla; y sin embargo, estimado lector, quizá algún medio alternativo esté dispuesto a sacrificar su trabajo para impulsar en su lugar este periódico revolucionario y rebelde. Así, mediante la otra idea, la otra palabra, la otra universidad y el otro periódico... ay cabrón, habremos dado el primer paso de “la otra secretaría de educación pública”.
29. Más organización, menos protestas
Para ello, necesitaremos organizar más que protestar, porque la “otra campaña” no es tanto exigir sino hacer; no se espera nada arriba, todo viene de los bolsillos adherentes, de “la otra bolsa de valores”, “el otro Banco de México”. Pero la organización no resulta en abstracto; surge de las acciones en común que nos obliguen a contar con ella. ¿Comoquiera es necesario un bloqueo de protesta?, sea de preferencia a las instalaciones del gobierno o de las empresas trasnacionales, como hacen los maestros de Oaxaca; no a las vías públicas, pues nos ganamos el rechazo del pueblo y el gobierno se reivindica en su defensa. Además, esas acciones son útiles para presionar dentro del sistema, mas pierden razón cuando nada vamos a negociar. Y en ocasiones atacar al policía no tiene sentido; es como el perro que se lanza al palo que le golpea sin atacar a quien lo blande. Los enemigos están arriba a la derecha. Asimismo, los laberintos judiciales de los compañeros presos son otro palo para entretener al enemigo mientras planean la represión... pero también mientras la organización autónoma da el golpe definitivo que los liberará a todos, al margen de la ley.
30. La chispa de la pradera
Pero, estimado compañero o compañera, si lo dicho aquí pareciera excéntrico, acaso sea porque “la otra campaña” toda es excéntrica como la verdad, el sentido común y la dignidad que hemos comentado. Sólo pretendemos dar un poco de aliento a las chispas que ya brotan de liberación nacional, especialmente abajo y a la izquierda. Porque si bien una sola puede incendiar la pradera, decía Mao Tse Tung, no todas caen en lugar propicio. Unas se apagan entre la hierba húmeda de los sindicatos o chocan en la roca gubernamental; otras se ahogan en el charco de la dependencia económica, en el pantano de la iglesia, entre las arenas movedizas de los partidos o de plano en el mar de la ignorancia, la desorganización, y así la chispa no prende. Sólo abajo y a la izquierda se incendia la pradera. Pero todos nos sentimos la única chispa. ¿El compañero trae una buena idea? Ah no, no es buena. ¿Aquellos se están organizando? Échenles agua, sóplales fuerte que se apaguen. Sólo ahora “la otra campaña” llega soplando delicadamente su solidaridad, protegiendo esas chispas que ya dan lugar al “otro gobierno”, por la vía de los hechos.
México, Julio del 2006


[1] Cfr. Leonardo BOFF, “El águila y la gallina”, Editorial Bonum, Argentina, 1997, p. 19-22. Ver también http://www.vinculando.org/documentos/cuentos/aguila_gallina.htm en internet.
[2] Cfr. Ricardo FLORES MAGÓN, Regeneración, 4 de marzo de 1911.
[3] Se dice de una victoria pírrica cuando el vencedor pierde más que el vencido.
[4] Cfr. Ludwig Von BERTALANFFY, “Teoría General de sistemas”, FCE, México, 1976.
[5] Así decía Ricardo Flores Magón, del traidor Francisco I. Madero, por ser éste un continuador del capitalismo. Y es que Obrador reencarna a Madero, no a Juárez como él insinúa. Cfr. FLORES MAGÖN, “Votos de adhesión”, Op. Cit.
[6] Cfr. Thomas PAINE, Common Sense, cap. 1, n. 25.
7 Ver “El Tabú de la Violencia”, numerales 5-8.
8 Homilía del 20 de julio del 2006, NOTIMEX, El Universal.com.mx, Oran en la Catedral por respeto de las instituciones”, 13:46 hrs. Aquí, el cardenal pretende también ocultar que Jesús fue condenado precisamente por contestatario y rebelde a las instituciones tanto civiles como religiosas.
9 Ver un ejemplo en nota de Alma E. MUÑOZ, “Grupo religioso llama a no votar por López Obrador”, La Jornada, 20-jul-2006.
10 Destacó el ejército eclesial “Los Polkos”. Léase la interesante narración de Francisco MARTÏN MORENO, “México Mutilado”, ED. Alfaguara, México, 2005, p. 349, 447.
11 Del culto al dinero, ver Max WEBER, “La ética protestante y el espíritu capitalista”, Premia Editora, México, 1979, Cap. 2. Del individualismo protestante, ver Erick FROMM, “El miedo a la libertad”, FCE, México, 1989.
12 Cfr. Albert NOLAN, “Jesús antes del cristianismo”, Ed. Sal Terrae, España, 1981, Cap. 13.
13 La Otra Campaña ya empieza a tocar también estas sensibles fibras del pueblo mexicano. Así lo expresaron algunos grupos indígenas cuando hablaban de “la otra espiritualidad” en la 3ª Asamblea Nacional, el 30 de junio del 2006.

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