Que el asesino Uribe deje de bombardear y las gloriosas FARC canjearán presos

1. Los funestos medios de información en el mundo, particularmente en México (al servicio de poderosos empresarios y gobierno) no han descansado de hacer propaganda falsa y calumniosa contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Exigen la liberación de los secuestrados presos en manos de las FARC pero no dicen nada de los 700 luchadores sociales presos en manos de los esbirros del régimen del gobierno de Álvaro Uribe. Calumnian a los guerrilleros de las FARC “por negarse al intercambio”, pero nada dicen acerca de los miles de militares colombianos y yanquis preparados para bombardear los campamentos guerrilleros tan pronto sean ubicados. La realidad es que en esta liberación de prisioneros las FARC están a la defensiva cuidando la vida de los presos; pero la realidad es que está arriesgando mucho. ¿Por qué no emplazan las FARC diciendo: “O se alejan los asesinos del ejército o no habrá más intercambio”?

2. El gobierno colombiano de Uribe es un gobierno fascista, así como los gobiernos que le antecedieron que sólo favorecieron a terratenientes, a empresarios y a los grandes inversionistas yanquis. Como esos gobiernos opresores tienen sus historias ricas en crímenes, así también, paralelamente, el pueblo colombiano no ha dejado de luchar para salir de su miseria y de la explotación. En esas luchas contra la tiranía nacieron las FARC, el Frente de Liberación Nacional y decenas de organizaciones que desde los años sesenta, durante casi 50 años, han vivido en la clandestinidad huyendo de la represión. Pero el gobierno, para asegurar el saqueo, el robo, la explotación, ha acudido al gobierno yanqui para que el ejército yanqui pueda intervenir con todas sus armas en Colombia con el fin de asesinar a todas aquellos grupos, como la FARC, que encabezan las luchas del pueblo.

3. Las FARC saben que hay que tener absoluta desconfianza al enemigo. El Pentágono yanqui, de donde dependen las fuerzas militares asesinas y de inteligencia policial, estudia sin descanso, minuto tras minuto, buscando cómo aprovechar esta coyuntura de intercambios de presos para destruir a las gloriosas FARC. El discurso “suplicante” de Sarkozí (el presidente francés en eterna luna de miel) pidiendo la liberación de Ingrid Betancourt, así como las fuertes presiones de la prensa internacional, pueden estar incluidos en la estrategia del FBI y de la CIA. Debe estar siempre presente que a estos asesinos no se les escapa oportunidad alguna, por eso están metidos en todas las embajadas y ministerios de gobierno en cada país. No debe olvidarse a los guerrilleros ingenuos asesinados en Lima por Fujimori y otras acciones de “rescate” que hasta en películas de “héroes” yanquis pueden verse.

4. Los recientes bombardeos del ejército yanqui/colombiano contra el campamento de las FARC en la frontera de Ecuador/Colombia deben traer muchas enseñanzas: una, que la lucha es desigual (a favor del gobierno) en cantidad de hombres y armamento; dos, que el apoyo del ejército y la CIA yanqui es abierto y efectivo; tres, que a Uribe le importa un bledo violar fronteras o territorios porque, como Israel, nadie puede castigarlo; cuatro, que los medios de información siempre estarán al servicio de lo que les ordena el gobierno de EEUU; cinco, que las FARC deben actuar con más cuidado porque los aviones y toda la tecnología mundial está siendo aplicada para exterminar a esos honorables luchadores sociales y seis, que las FARC deben extender sus contactos internacionales dando a conocer sus principios, su programa de lucha y los problemas que enfrenta. Urge construir una internacional de la lucha social.

5. El agudo analista James Petras ha planteado que el ataque de Uribe a través de la frontera fue como un ensayo para probar la “decisión” de Ecuador y Venezuela de responder a una agresión militar, así como comprobar la eficacia de los ataques con misiles coordinados por medio de satélites por los Estados Unidos. Escribe que Uribe buscaba el fracaso de la inminente liberación de la prisionera de las FARC, Ingrid Betancourt, que estaba siendo negociado por el Ministro de Exterior francés, Bernard Kouchner, el Ministro del Interior ecuatoriano Larrea, la Cruz Roja colombiana y especialmente el presidente Hugo Chávez. Señala que Kouchner, Larrea y Chávez estaban en contacto directo con el dirigente de las FARC, Raúl Reyes, quien fue asesinado, junto a otras 22 personas –incluyendo a no combatientes de otras nacionalidades, en Ecuador por el ataque coordinado por Uribe y los norteamericanos, con misiles y fuerzas de tierra.

6. Petras, quizá el analista político más importante hoy, enseña las jugadas de los gobiernos yanqui y colombiano para desestabilizar la región y derrocar a Chávez, Evo y Correa, que son para ellos los gobiernos más peligrosos de la zona. Dice Petras: Uribe estaba dispuesto a arriesgar lo que eventualmente sucedió: la sanción de la OEA y la ruptura (transitoria) de las relaciones con Venezuela, Ecuador y Nicaragua. Sabía que contaba con el respaldo de Washington, que de manera encubierta (e ilegal) participó y aplaudió el ataque. Colombia continúa siendo la avanzada militar de Washington en América Latina, el instrumento político-militar para desestabilizar y derrocar a Chávez. Los EEUU han invertido cerca de 6 billones de dólares en ayuda militar a Colombia a lo largo de siete años, incluyendo el envío de 1.500 consejeros militares y fuerzas especiales, docenas de comandos israelíes, financiado alrededor de 2000 mercenarios y 10.000 paramilitares que actuaban junto a los 200.000 hombres de las fuerzas armadas colombianas.

7. Los gobiernos de Colombia, México y Perú son los instrumentos más directamente al servicio del gobierno de Bush en el continente. Ellos son los que operan sus políticas en la OEA y demás organismos internacionales. Aunque todavía hay que seguir observando y estudiando las relaciones que se desarrollan entre países latinoamericanos del sur, puede adelantarse que el bloque de centro/izquierda que se desarrolla alrededor de Brasil y Argentina mantendrá una independencia relativa respecto a las políticas yanquis que busca cualquier coyuntura para meterse mucho más en la zona. La esperanza de los pueblos está en Venezuela y en lo que pueda ayudar Cuba junto a Bolivia y Ecuador. Entre tanto hay que buscar frenar al asesino Uribe y a su ejército por ser en estos momentos una especie de gran “base militar” que los EEUU podrán usar en cualquier momento como plataforma de lanzamiento para invadir a todos los países vecinos. Por eso hay que aplaudir el gran papel que juegan los luchadores de las FARC.