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27 junio 2007

La marca del imperio: la violencia

¿Los migrantes asesinados también son víctimas de asesinos a sueldo o son "accidentes"? Les dejo estas notas interesantisimas:

La CIA evaluó en 1960 pagar 150.000 dólares a un mafioso para asesinar a Fidel Castro


Seymour Hersh, la veterana estrella del periodismo de investigación del semanario The New Yorker, sigue produciendo noticias. Aunque esta vez se trata de informaciones relativas a sus exclusivas de hace 32 años, cuando publicó en el diario The New York Times -en el que trabajaba entonces- un artículo sobre las actividades de espionaje interno de la CIA. Aquella información procedía de un informe realizado por la agencia de espionaje de EEUU sobre sus actividades ilegales entre 1959 y 1973. El propio autor del documento advertía que las actuaciones recogidas en él «violan, en mi opinión, las normas de la Ley de Seguridad nacional de 1947», en virtud de la cual se había creado la propia CIA.


Ahora, la CIA acaba de hacer público todo el documento, conocido en el argot de la agencia de inteligencia como las joyas de la familia. Son 693 páginas en formato PDF, que se pueden descargar desde internet. Aunque estos textos no lo cuentan todo. De hecho, el primero de los ocho casos que analizan está censurado en su totalidad, con lo que ni siquiera es posible saber de qué se trata. La información contenida en los demás también ha sido fuertemente controlada. De hecho, la Universidad George Washington explicaba ayer en su página web que las referencias a las actividades de espionaje de los activistas contrarios a la Guerra de Vietnam están más censuradas en el texto que acaba de ser divulgado que en una versión que había sido hecha pública en 1977.

Esas alteraciones de los textos originales restan credibilidad a la afirmación de los portavoces de la CIA de que, con la desclasificación, el servicio de espionaje de EEUU da un paso decisivo a la hora de reforzar su transparencia. Claro que eso no quiere decir que el documento no tenga interés. Sobre todo, por los detalles de lo que cuenta. Por de pronto, el segundo caso -en la práctica, el primero, dada la censura antes mencionada- sería toda una joya para un guión de una película de Hollywood: la contratación por la CIA de los gángsteres Johnny Rosselli (alias, El Guapo), Santos Trafficant y Momo Giancana -este último, el sucesor de Al Capone en Chicago- para que envenenaran al presidente cubano Fidel Castro. El acuerdo, realizado por medio de un empleado del excéntrico multimillonario Howard Hughes, incluía la promesa de 150.000 dólares de la época -un millón de dólares actuales-, aunque, con gran espíritu patriótico, Rosselli se comprometió a hacerlo gratis.

El plan, sin embargo, nunca fue puesto en práctica. La mafia, que controlaba gran parte de la economía de Cuba antes de la llegada de Castro al poder, no tuvo la oportunidad de envenenar al cubano, y toda la operación fue suspendida tras el catastrófico fracaso de la invasión de Bahía Cochinos, promovida por Estados Unidos. Finalmente, aunque esto no sale en los documentos, el cadáver de Rosselli acabó apareciendo descuartizado y en avanzado estado de descomposición dentro de un barril de petróleo en el mar, frente a la costa de Florida.

Otros casos incluidos en el informe rozan la ciencia ficción. El más espectacular es la utilización de LSD -la droga alucinógena favorita de los músicos de la era de la psicodelia, a finales de los 60- para alterar el comportamiento de los ciudadanos. La CIA también explica en el documento cómo colaboró con la policía de Miami para espiar a personas en esa ciudad durante la Convención del Partido Republicano de 1971, en la que Richard Nixon fue reelegido como candidato a la Presidencia. Este capítulo, sin embargo, se encuentra tan fuertemente editado y censurado que resulta imposible determinar quién estaba siendo espiado.

El director de la CIA, el general Michael Hayden, declaró la semana pasada, al hacer pública la desclasificación de estas 693 páginas, que «los documentos ofrecen una visión de un tiempo muy diferente y de una agencia muy diferente». Algunos de sus contenidos, sin embargo, recuerdan a las controversias en las que EEUU está metido de lleno en la actualidad. El caso más obvio es el de la violación sistemática de las comunicaciones de ciudadanos estadounidenses sospechosos de tener simpatías hacia China y la Unión Soviética, y el espionaje a periodistas. Aunque tal vez lo más sorprendente sea leer el artículo que la semana pasada publicaba Seymour Hersh en The New Yorker, en el que Antonio Taguba, el general que investigó las torturas en Abu Ghraib, en Irak, acusaba al Departamento de Defensa de haber tratado de ocultar el maltrato sistemático a los prisioneros de la cárcel iraquí. Es un escándalo que, esta vez, no afecta a la CIA, sino al Pentágono. Pero que demuestra que algunos hábitos persisten en la Administración de EEUU a través de las décadas.

Fuente: Pablo Pardo, El Mundo.

Nuevas pruebas comprometen a minera de EU en el asesinato de tres colombianos

El abogado de los sindicatos que demandaron a la minera estadunidense Drummond por su presunta vinculación con crímenes de grupos paramilitares de ultraderecha en Colombia, afirmó que hay nuevas pruebas que comprometen a esa compañía en la muerte de tres trabajadores.

Francisco Rodríguez, abogado de los sindicalistas, dijo que consiguió testimonios de un funcionario del departamento de seguridad de la Drummond y de varios empleados obligados a suministrar combustible y vehículos a miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

"Esas pruebas serán puestas a consideración de la justicia" puntualizó.

Una corte estadunidense iniciará en julio el proceso a Drummond por el asesinato en 2001 de tres dirigentes de su sindicato. En marzo pasado la compañía, que explota carbón en el norte de Colombia, negó que haya realizado pagos a grupos armados ilegales en este país.

El caso, denunciado por los sindicatos, se refiere al asesinato de los dirigentes sindicales Valmore Locarno y Víctor Hugo Orcasita, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la organización obrera Sintramienergética, y de Gustavo Soler, ocurridos en 2001.

Líderes de las AUC, detenidos en cárceles colombianas, han asegurado que empresas multinacionales ayudaron a financiar a los grupos de ultraderecha a cambio de protección en las zonas donde operaban las guerrillas izquierdistas.

En abril pasado, una corte de Estados Unidos multó con 25 millones de dólares a la bananera Chiquita Brands por ayudar a la financiación de paramilitares en la región de Urabá, en el noroeste de Colombia.

El suboficial de la policía colombiana John Frank Pinchao, testigo clave de la fiscalía en un juicio contra un miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Washington, admitió en la corte que "nunca" estuvo en contacto con el acusado durante los ocho años que permaneció como rehén de la guerrilla.

Pinchao, quien se fugó de las FARC el pasado 28 de abril, ha sido citado como testigo por la fiscalía en el segundo juicio contra contra el líder guerrillero Simón Trinidad por el secuestro de tres estadunidenses en Colombia hace cuatro años, tras la anulación de un primer proceso.

Luego de que el testigo reconoció que "nunca" vio a Trinidad (llamado en realidad Ricardo Palmera) durante su cautiverio, la defensa ni siquiera le hizo preguntas y la corte dio paso a la declaración del líder rebelde, extraditado a Estados Unidos a fines de 2004, quien negó todos los cargos. En tanto, el alcalde de Bogotá, el socialista Luis Eduardo Garzón, lanzó una campaña por la libertad de 56 secuestrados por esa guerrilla colombiana y en favor de que pacte con el gobierno un canje, en un acto en que al grito de "libertad, libertad, libertad" lo acompañaron familiares de militares y policías en poder en las FARC.

Fuente: AFP

Sugiere senador de EU privilegiar la opción diplomática sobre la militar en Irak

El senador estadunidense Richard Lugar, uno de los principales aliados del presidente George W. Bush en el Congreso, declaró que la estrategia militar en Irak no funciona y que podría haber llegado la hora de cambiarla para privilegiar las opciones diplomática y económica por sobre la militar.

La Casa Blanca minimizó los comentarios y señaló que lo expresado "no es nada nuevo", al señalar que el gobierno ya sabía que el senador tenía sus "reservas", pero los comentarios, que fueron respaldados por varios de sus colegas, evidenciaron el cada vez mayor aislamiento del gobernante republicano en su guerra de ocupación.

Lugar, el republicano de mayor rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, es respetado en Washington y el exterior por su experiencia en materia de política internacional.

"La posibilidad de que la actual estrategia tenga éxito tal como lo imaginó el presidente es muy limitada en el corto periodo enmarcado por nuestro propio debate político interno", dijo Lugar durante una sesión del lunes en la sede del Legislativo.

Además, pidió al presidente que reduzca el papel de las fuerzas armadas en Irak y que dé un mayor énfasis a las opciones diplomática y económica.

Lugar, de 73 años, afirmó que la "fragmentación política en Irak, el creciente estrés de nuestros soldados y las limitaciones de nuestro propio proceso político interno" convergen para que sea difícil concretar un gobierno multisectorial estable en Irak, "en un plazo razonable".

El legislador, del ala moderada de los republicanos, urgió al gobierno de Bush y al Congreso a "realizar ajustes" en la estrategia y a dejar de lado "la retórica y el oportunismo político".

Sus declaraciones son una muestra indiscutible de que el apoyo republicano continúa en declive y han aislado al jefe de la Casa Blanca, según analistas.

Andy Fisher, vocero de Lugar, dijo que el senador deseaba expresar sus preocupaciones de manera pública antes que Bush examine su estrategia para Irak en septiembre.

Sin embargo, aclaró que el discurso no significa que Lugar cambiará su posición respecto de la guerra o respaldará las medidas demócratas de fijar un plazo para la retirada.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, calificó el discurso de Lugar de "brillante" y "valiente" y que quedará en los libros de historia como un punto de viraje en la guerra.

Por lo pronto, se informó que otro soldado estadunidense murió la víspera en Bagdad, lo que elevó a 74 el número de bajas para las tropas invasoras en lo que va de junio. Mientras, la policía iraquí registró la casa del ministro de Cultura, Assa Kamal Hasehim, y detuvo a seis de sus guardaespaldas por sospecha de asesinato y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados informó que numerosos niños palestinos que huyeron de Bagdad con sus familias necesitan ayuda médica urgente.

Fuente: AFP y DPA

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