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25 junio 2007

A PUERTA CERRADA: Espionaje en la Corte (Parte II)

• Violaciones
• Intereses y presiones

Cuando un juez se aparta de la letra de la ley mi estimado, se convierte en un infractor de leyes. Simpáticas parajodas de la vida. Se destapaba el pasado jueves en este irreverente espacio la cloaca en la Corte sobre el abuso del ministro Juan N. Silva Meza, responsable de la Comisión Investigadora para el caso entre Lydia Cacho y Mario Marín donde se está llevando a cabo una indagatoria para resolver si se violaron las garantías individuales de la periodista.

Le comentaba que Juan ordenó intervenir los teléfonos del mandatario estatal, de Guillermo Pacheco Pulido, Enrique Ruiz Delgadillo, José Kamel Nacif Borge y Rosa Celia Pérez González y de altos funcionarios del gobierno de Quintana Roo del 26 de abril del año en curso al 11 de junio pasado.. información compilada en 45 discos perfectamente detallados con fechas y horas. ¿Se acuerda?

Al día siguiente Víctor Fuentes del periódico Reforma publica lo
mismo—puntualizando que “..al góber precioso otra vez le grabaron sus conversaciones telefónicas, pero ahora sí, con todas las de la ley..” (¿?)-- con el curioso dato que la juez federal Taissia Cruz Parcero autorizó las intercepciones a instancias de la comisión (o sea, Silva Meza) y que la PGR por conducto de la SIEDO fue quien las solicitó...aunque claro, según fuentes oficiales, hay escrito firmado por parte del simpático ministro solicitando el divertido alambreo. Preocupante my friend, por no decir alarmante. ¿Porqué?

En primer lugar porque la investigación que se lleva a cabo, al parecer sin ningún escrúpulo jurídico por parte de los chicuelos de Ortiz Mayagoitia, no es de carácter penal por lo que no se sustenta la intervención telefónica claramente esgrimida en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada. Hasta donde se sabe no se está investigando un delito querido lector, sino la posible violación de las garantías individuales de la autora de Los Demonios del Edén donde se involucran a personajes de la política inmiscuidos en una red de pornografía infantil y pederastia que desató el ya conocido escándalo mediático entre Nacif y Marín el mes de febrero del año pasado involucrando a Lydia Cacho.

Pregunta para joder a la tremenda Corte: ¿Con qué facultad el ministro Juan Nepomuceno Silva Meza ordena intervenir los teléfonos de funcionarios federales y estatales en una investigación que no es del orden penal..? Sobre todo cuando esta misma Comisión ha reiterado que no se trata de una averiguación de índole penal lo que levanta un halo de sospechosismo por no decir de absoluta impunidad sobre el rol jugado por los hombres de negro presuntos guardianes del Estado de Derecho.

Con esto se está atropellando lo establecido en el artículo 16 de nuestra Carta Magna amén de los artículos 8 y 16 de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada lo que coloca a la SCJN en una muy delicada posición que deberán aclarar ante la opinión pública y que debería estar por encima de la investigación y de las personas involucradas en el affaire Cacho- Marín- Nacif.

De no ser así se le está dando el tan preciado (y de moda) cheque en blanco a un Poder como el Judicial que de por sí se maneja a sus anchas, de manera poco clara y que sienta con estas acciones carentes de todo sustento jurídico, ético y profesional un delicado precedente, que parece no responder por intereses mas que los propios.

Otra preguntilla incómoda para la tremenda Corte sería conocer las causas que originaron esta, sin lugar a dudas, ilegal operación. ¿Estamos ante un caso de protagonismo envalentonado por la reciente decisión sobre la polémica Ley Televisa..o hay algo más relacionado con originales intereses sucesorios? O mejor aún my friend, ¿Se tomarán los mismo criterios, fuera de la ley, para casos como Oaxaca, Atenco y los que se acumulen este sexenio..?

Porque en el caso de la Ley Televisa hay un ameno culebrón tras bambalinas que demuestra que este poder..sí respondió a seductores intereses y presiones.
Un botoncito fue la excusa maestra de José Ramón Cossío para evitar entrar en conflicto con el duopolio televisivo y así ir pavimentando su camino para la presidencia del máximo tribunal. Al haberse excusado de un conflicto de interés, Cossío Díaz no tuvo que explicar su estrecha relación con una de las estrellas de Chapultepec 18, Javier Tejado Dondé, a quien le dirigió su tesis de licenciatura amén de haber fungido como testigo de honor en sus segundas nupcias.

Y curiosos botoncitos como éstos my friend, hay más..muchos más...

Nota de Marcelita GZ desde Milenio, si la primera parte estuvo buena esta segunda también lo está.

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