Resultaron promotores involuntarios de la consulta ciudadana del 27 de julio, los prohombres del grupo gobernante, del Partido Acción Nacional y sus aliados que con ocurrencias, disfrazadas como argumentos, la critican para defender el paquete presidencial de reformas legislativas para abrir más a Petróleos Mexicanos a la inversión de las trasnacionales.
Desde las profundidades de la nómina, el director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil emitió la brillante tesis de la confianza: “Si tenemos un Congreso plural y que fue electo democráticamente, ¿por qué habrá necesidad de consultar a nadie? Los problemas técnicos deben ser resueltos con base en las opiniones de los expertos y confiando en el juicio de quienes elegimos para diseñar las leyes que rigen en el país”.
Por algo Jesús Federico Reyes ( Heroles ) González ( Garza ) es el superior jerárquico de la paraestatal, después de hacer encuestas a modo para el candidato Felipe de Jesús Calderón Hinojosa . Dice el también faccioso director general de Pemex: “Resulta incomprensible que se consulte a la gente. El tema es demasiado complejo como para someterlo a consulta popular”.
Georgina Kessel Martínez , la jefa institucional del que se ganó el cargo con el sudor de las encuestas y anteriormente maestra del abogado y economista que se asesora por la española Compañía Logística de Hidrocarburos, fue aún más lejos que los dos anteriores: “Las decisiones ya se tomaron en las elecciones de 2006”. De ser así, el señor de la máxima de la democracia electoral “Haiga sido como haiga sido”, no debe tener ningún límite para gobernar o desgobernar como le dicten su buen saber y entender, en particular los compromisos extralegales adquiridos en campaña.
Es notable la solidez del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo , integrante de la exitosísima familia dueña del Grupo Energético del Sureste, al que representó en operaciones mercantiles cuando despachaba como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y después como coordinador de asesores de Calderón como secretario de Energía, al postular: “Es una figura específica que no existe en la Constitución… Tenemos que llevar a cabo la discusión y procesar los temas del Legislativo conforme a las leyes vigentes.”
No puede faltar la reacción del verdadero demócrata , como llamaba en 2004 a Vicente Fox Quesada y a sí mismo Santiago Creel Miranda : “No estamos de acuerdo en seguir con este engaño, cuyo trasfondo es alargar, dilatar, de tal manera de descarrilar la reforma energética como descarrilaron su propia elección interna; esto viene desde atrás, de no aceptar resultados que le sean adversos y echar todo a perder.”
“Desde atrás” viene también “no aceptar resultados” legislativos que son adversos a Televisa y Televisión Azteca y cobrarle facturas al senador que fue destituido como coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, por Germán Martínez Cázares , en virtud del autoritarismo institucionalizado que predomina en el partido que preside, merced a una elección dirigida desde Los Pinos.
En el partido de enfrente, la mancuerna Anpri que sustituyó al histórico Prian , en voz de Francisco Labastida Ochoa dijo: “Al final de cuentas una consulta es como una elección, y al igual que una elección, puede ser manipulada”. El coordinador del debate en el Senado y beneficiario de 1,400 millones de pesos del Pemexgate para su campaña presidencial, no entiende que “calladito se ve más bonito”.
También reaccionaron golpeadores profesionales como Federico Döring Casar , persecutores de periodistas como Juan Manuel Oliva Ramírez , conversos como Diódoro Carrasco Altamirano y farsantes como Enrique Peña Nieto , entre muchos que no advierten que son impulsores involuntarios de una consulta ciudadana que cuenta con el apoyo de 408 alcaldes y la simpatía de 17 gobernadores
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