Aumentar la producción y la exportación del petróleo no harán crecer a la economía nacional

· Los recursos que ingresan se dirigen a costear importaciones y a cubrir obligaciones financieras externas, afirmó el profesor del Posgrado de Economía de la UNAM, Arturo Huerta González

· México crece debajo de la media de los países de América Latina y de los exportadores de petróleo, señaló

Aumentar la producción y exportación de petróleo no propiciará el crecimiento del país, porque todos los recursos que ingresan no se dirigen a la esfera productiva sino a costear importaciones y a cubrir el pago de obligaciones financieras externas, advirtió el profesor de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, Arturo Huerta González.

El especialista participó en la mesa Situación del sector energético y las iniciativas de reforma de Calderón, en el marco del Coloquio Situación y Alternativas Energéticas 2008-2050, que coordinan los especialistas John Saxe-Fernández y Sarahí Ángeles Cornejo, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) y del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), respectivamente.

A manera de introducción, los responsables del evento expusieron el panorama general sobre este tema, que se discute en el Senado de la República, las presiones por parte del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como la conveniencia para Estados Unidos con la aprobación de esta reforma.

Huerta González hizo hincapié en el porqué al gobierno le urge aprobar esta iniciativa de modificaciones de varias leyes. Mencionó que el modelo económico predominante en el país descansa en las exportaciones y la entrada de capitales.

En este reglón, el docente del Posgrado de Economía indicó que en el primer trimestre de 2008, la economía nacional vio reducida en más del 36 por ciento la entrada de capitales con relación al mismo periodo del año pasado, y las remesas recibidas de EU tuvieron una caída de más del dos por ciento.

El déficit del comercio exterior está aumentando significativamente por la desaceleración económica y la pérdida de competitividad. Ante ello, el gobierno debe emitir señales de que tiene asegurados los flujos de capital para mantener las reservas y el tipo de cambio, puntualizó.

Por esta razón, la reforma planteada no sólo está encaminada en la perspectiva de atraer capitales, sino de frenar el sobreendeudamiento a través de los Proyectos de Infraestructura Productiva de Largo Plazo (Pidiregas), con los que Petróleos Mexicanos financia gran parte de sus actividades, pero lo hace a través del endeudamiento, refirió.

El motivo de la presión para la rápida aprobación de las cinco iniciativas de ley se debe a que si no se adoptan, se darían señales al mercado mundial de la dificultad de la economía de allegarse los recursos necesarios para encarar las presiones macroeconómicas, subrayó.

Esto se traduciría en la menor entrada de capitales y la salida de éstos en busca de mejores oportunidades de inversión; se reducirían las reservas internacionales, y habría presiones sobre el tipo de cambio y las tasas de interés, que frenará aún más el crecimiento económico, advirtió.

Los defensores de la reforma que se discute, añadió, afirman que México tiene un potencial de desarrollo, por lo que debe aumentar la importación y la exportación del petróleo, manifestó.

México crece debajo de la media de los países de América Latina y de los exportadores de petróleo, porque en este modelo de economía abierta, de dólar barato, se provoca que todos los productos que entran se reciclan vía importaciones de todo tipo, lo que hace evidente que el hidrocarburo no es el motor de crecimiento, aseguró.

Si se privatiza PEMEX, que es una empresa estratégica, quedará descontrolada, como el caso de los bancos, que en la actualidad ganan lo que quieren y dan crédito al gasto corriente y no al sector industrial, detalló.