El incremento de tan sólo un grado centígrado en la temperatura de los océanos produce el blanqueamiento masivo de las colonias de coral y les causa la muerte, resaltó, lo que implica la pérdida de miles de especies, pues estos ecosistemas son los más diversos del planeta.
Además, estos arrecifes son la más importante fuente turística de México, pues producen la arena blanca de las playas del Mar Caribe, preferida por el turismo internacional y que representa la tercera fuente de divisas, sólo por debajo de industria petrolera y de las remesas provenientes de Estados Unidos, refirió.
A pesar de que sólo ocupan el dos por ciento de la superficie terrestre, mencionó el investigador, estos ecosistemas son una gran fuente de riqueza económica y de servicios ambientales para más de 100 millones de personas en el mundo, y capturan aproximadamente el 50 por ciento del carbono planetario.
Asimismo, son las estructuras geológicas de origen biológico más grandes del orbe y han dominado las zonas poco profundas de los mares tropicales en los últimos 200 millones de años, informó.
Por estas razones, argumentó, es necesario generar conciencia entre la población para el cuidado de estas fuentes de riqueza, pues no sólo tienen como enemigo el calentamiento global y el efecto invernadero, sino la contaminación marítima producida por la población.
Efectos del calentamiento global
Los últimos estudios revelan que el calentamiento global y la acidificación de los océanos, influyen en forma determinante en la pérdida de estas formaciones, además de los problemas ya conocidos derivados del enturbiamiento del mar.
Los arrecifes se crean al acumularse los esqueletos de los corales y son mayores a las tasas de erosión físico-química y biológica de las mismas. Las capas de estas estructuras geológicas están compuestas de carbonato de calcio (CaCO3) y son montañas gigantescas que se ocultan a la vista humana debajo del mar, pero pueden observarse desde el espacio.
Los científicos de
Este efecto causa la llegada de más calor que el proveniente del Sol de manera natural y los corales más cercanos al límite de tolerancia –con un incremento de tan sólo un grado por arriba de la media en verano–, pueden registrar un blanqueamiento masivo de las colonias, detalló Iglesias Prieto.
La pérdida de coloración, según la intensidad, puede derivar en la muerte de los corales. Los especialistas se han abocado a entender los mecanismos celulares que intervienen desde la percepción del estrés térmico hasta que fenecen.
Otro descubrimiento reciente es la acidificación del océano, que tiene repercusiones vitales, por los efectos altamente negativos que desprenden, observados de forma directa en las tasas de carbonato de calcio, adujo.
Como ya se dijo, los arrecifes resultan del crecimiento de las colonias de corales que depositan sus esqueletos en la roca calcárea, y a través de miles de años forman una estructura definida, que se incrementa mientras no haya erosión, puntualizó.
Si bien este último fenómeno explica las playas blancas como las de Cancún, especificó, si la erosión es mayor a la incorporación de carbonato de calcio se produce la arena blanca pero el arrecife no puede prosperar.
Así, el cambio climático tiene dos efectos sobre el arrecife de coral: puede blanquearlo o acidificarlo, lo que produce el incremento del desgaste, enfatizó el experto.
Acciones de prevención
Las acciones para el cuidado de los arrecifes son escasas e insuficientes, algo no privativo del país, señaló, pues en todo el mundo persiste el desconocimiento sobre el estado de ese ecosistema.
Probablemente, porque los arrecifes están hundidos y no son observables a simple vista, la población en general no se preocupa por ellos y desconoce los beneficios que originan y el valor cultural que poseen, infirió.
La alta explotación turística ha generado la contaminación del mar, que influye de manera determinante en la pérdida de estas formaciones, aseguró.
También, la sobrepesca influye desfavorablemente, pues a pesar de que esta actividad primaria no es de gran relevancia en el Caribe, se registran pérdidas cuantiosas de especies endémicas y de biodiversidad, muy lamentable pues un arrecife es para el mar como la selva a la tierra, destacó.
Tanto es el desconocimiento del tema que en 1998, debido a las variaciones de calor del océano provocadas por los fenómenos naturales de El Niño y
Cuando pasó el Huracán Vilma, que dejó lamentables consecuencias en Cancún, se le dio prioridad a la conservación de las playas por encima de los arrecifes, lo que demuestra la ignorancia en el tema, acentuó.
Si se deterioran estas formaciones sobrevendría una debacle, no sólo porque se perderían los bienes económicos derivados del turismo, sino porque estas estructuras biogénicas disipan la mayoría de la energía de una tormenta, rompen las olas y éstas llegan con dos órdenes menores de magnitud, advirtió.
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