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11 julio 2007

Elba Esther: Presidenta Vitalicia

Eduardo Ibarra Aguirre

Ciudad de México, 11 de julio del 2007 (Machete Arte).- Para organizaciones ajenas al conservadurismo en boga y en el poder, resulta todavía complicado entender y más aún asumir que las presidencias vitalicias son la negación completa del democratismo.

Recuerdo que cuando me atreví –hace una década-- a reflexionar en voz alta frente a los integrantes de la Barra Nacional de Abogados sobre la naturaleza arcaica y antidemocrática de la presidencia vitalicia, que en ese entonces ocupaba el doctor Ignacio Burgoa Orihuela , el desde entonces presidente del Consejo Directivo Nacional, Xavier Gómez Coronel me respondió: “Quien ponga en duda el carácter vitalicio de nuestro presidente no tiene nada que hacer en nuestra organización”.

También el Club de Periodistas de México cuenta con esa figura nugatoria del carácter democrático que tiene en otros aspectos del quehacer social. Luis Alcayde Carmona es el presidente honorario vitalicio, en virtud de que falleció hace tiempo, me informa el colega Miguel Ángel Ferrer Hernández , mientras Celeste Sáenz de Miera se negó a proporcionar información puntual.

El caso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación no es único, pero como se trata de la organización gremial más numerosa del subcontinente, con cuantiosos recursos propios y del erario, pieza clave para el cuestionado triunfo electoral de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y para que éste despache en Los Pinos, entonces hablamos de un asunto que incide no sólo en la vida educativa de decenas de millones de niños y jóvenes, sino en el conjunto de la vida política.

Elba Esther Gordillo Morales arribó a la secretaria general del SNTE en 1989, la noche de un domingo en que después de acordar por separado con Carlos Salinas de Gortari y Fernando Gutiérrez Barrios se cubrió el expediente para designarla en una encerrona en el auditorio de la Unidad Independencia.

Previamente fue citado en Los Pinos Carlos Jonguitud Barrios , el presidente vitalicio que era jefe y líder de Gordillo hasta que la insurgencia magisterial tomó las calles en el Distrito Federal y en otras ciudades, y Salinas de Gortari decidió hacer el recambio de piezas en el corporativismo del SNTE.

Cuentan los cercanos a la chiapaneca de Comitán, que aquel domingo se presentó el potosino ante el temible y temido Salinillas – Vicente Fox Quesada dixit -- y después del riguroso saludo, fresco aún en la memoria colectiva el quinazo , le dijo:

--Señor presidente: yo no necesito ni siquiera una cachetada para presentarle mi renuncia al liderazgo del SNTE.

Encumbraron a la señora que 18 años después superó con creces a su maestro y amigo Jonguitud, tanto en la longevidad del cacicazgo, como en los gigantescos recursos públicos que maneja de Pensionissste, la Secretaría de Educación Pública --con una bolsa de 80 mil millones de pesos para inversión que comparte con Josefina Vázquez Mota y los empresarios amigos de ésta--, y 8 mil millones de pesos por las ilegales cuotas de inscripción que se cobran a los padres de familia para que sus hijos sean aceptados en los jardines de niños, primarias, secundarias y preparatorias.

Pero a diferencia del presidente y líder vitalicio de Vanguardia Revolucionaria hasta 1989, Gordillo Morales fue designada sólo por los más leales entre los suyos y bajo estrictas medidas de seguridad recibió “de manera indefinida” la ampliación del mandato con poderes ilimitados.

La decisión del 23 Consejo Político Nacional Extraordinario más que una demostración de fuerza, capacidad de liderazgo y de convocatoria, pone en relieve el nerviosismo ante el creciente rechazo de la corrupta cúpula que encabeza La maestra , materializado en el persistente movimiento social y jurídico en contra de la Ley del ISSSTE, que ya auspició la convergencia de diversas expresiones del magisterio en el Frente Amplio Dignidad Magisterial.

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