Mahatma Gandhi
Ningún pueblo, ningún grupo, ninguna persona, debe de aceptar determinaciones injustas que se le quieran imponer. Ante una imposición, ante una injusticia, existe el derecho universal e histórico de la rebelión, que puede ser pacífica o violenta, pero que ha acompañado a los hombres y mujeres libres durante toda la historia de la humanidad.
Este derecho, que se reconoce en la misma democracia burguesa, se puede y se debe ejercer, pues de lo contrario, los sátrapas, los capitalistas, los ladrones, los violadores, los pederastas y demás ralea, avanzarán en sus ansias enfermizas de poder.
Esto viene a tono con lo que está sucediendo en México y sobre todo estos días con la aprobación de la Ley de ISSSTE. No les bastó consumar un fraude electoral, tampoco que el saliente Fox se ande pitorreando del pueblo mexicano con sus infumables conferencias; no les ha bastado con intentar amedrentar con sus soldados que han tomado el poder real en México, ahora se lanzan de manera descarada a seguir exprimiendo de manera inmisericorde los bolsillos de los trabajadores.
Y lo peor es que lo hacen sin ningún recato, sin cuidar siquiera las formas. Algunas de sus últimas y más graves agresiones son: primero especulan y luego suben el 50 % al precio de la tortilla, tratando de vender la idea de que lograron estabilizar el precio. Con el dinero del pueblo, rescatan las saqueadas carreteras y se las devuelven “saneadas”, a los saqueadores. Compran arroz cancerígeno a Estados Unidos y lo venden al pueblo de México. Le aumentan a la milicia 46 %.
Y sigue la lista, incluyendo la violencia política como llenar las cárceles de disidentes, asesinar a opositores o formar bandas paramilitares como lo han hecho en las zonas zapatistas de Chiapas.
La violencia más reciente del sistema es el saqueo del ISSSTE, para entregarlo a los banqueros, además de pagar adeudos políticos a carroña de la calaña de Elba Esther Gordillo o Joel Ayala.
Y el que todavía dude que no hay violencia en lo del ISSSTE que se pregunte: por qué otro deciden lo que se hace con los ahorros de millones de trabajadores que no son consultados, aunque desde luego el saqueo va más allá de eso; y si se permite, se siguen con PEMEX, la CFE, la UNAM, en fin, se van sobre lo poco que bien que mal le queda a los trabajadores.
Ellos dicen que todo fue legal, que lo aprobaron los diputados, y que ellos a su vez son los representantes populares. La verdad es que eso ya no se los cree ni su abuela, de la misma manera que a George W. Bush no le creen que las tropas de Estados Unidos estén en Irak para que en ese país haya democracia.
Por ello el pueblo iraquí, el patriota, está ejerciendo su derecho a la rebelión por medio de la resistencia civil y armada, de la misma manera que el pueblo cubano se rebeló contra Batista y ha resistido casi medio siglo al bloqueo yanqui, en defensa de su derecho a la rebelión.
La historia de México también es aleccionadora de esa resistencia. No se puede entender las rebeliones indígenas contra el yugo español, ni a Hidalgo, ni a Juárez, ni a Zapata, ni a Villa, ni a Flores Magón, sin aceptar que ejercieron su derecho a la rebelión.
Aunque no nos guste, la ultraderecha ha decidido llevarse todo y por sobre de todos. No van a dejar el poder político, ni van a dejar de saquear, salvo que el pueblo se rebele.
Al escribir esto no estamos llamando a tomar las armas, eso lo hace el pueblo en ciertos momentos, cuando está preparado para ello. El uso de esta vía es decisión personal o de grupo, después de analizar si ha llegado el momento, y si hay fuerza para resistir en ese terreno.
No. La rebelión, las que han tenido triunfos en los últimos años (sobre todo en Nuestra América), se han sustentado en la fuerza de los trabajadores, en el poder popular. Evo Morales llegó a la Presidencia de Bolivia, construyendo espacios de poder popular, porque los indígenas se movilizaron, cercaron ciudades, cerraron carreteras, inclusive, enfrentaron con la fuerza del pueblo a la represión. Algo semejante sucedió en Ecuador y también en Venezuela, en el momento en que la derecha quiso darle un golpe de Estado a Hugo Chávez.
El pueblo debe de ejercer todas las formas de lucha, que vayan desde la electoral, cuando así decidan los pueblos que les convenga, hasta la rebelión, con todas sus formas.
No es justo ni legal aceptar leyes como la del ISSSTE; tampoco lo es quedarse mirando ante lo que sucedió en Oaxaca, donde el sátrapa Ulises Ruiz sigue en el poder, a pesar de que asesinó a 26 personas, encarceló a decenas y reprimió a miles. ¿Cómo aceptar que en Puebla siga gobernando un cómplice de pederastas, si no es que él mismo lo es?
Decir que Elba Esther Gordillo representa a los millones de maestros de este país es un insulto a la inteligencia y mucho más quedarse callado cuando sigue imponiendo direcciones sindicales como lo acaba de hacer en Chihuahua.
No hay espacio para mencionar todas las razones que justifican la rebelión en México, la cual ya empezó con paros, cierres de carreteras, mítines, confrontaciones, mismas que se irán incrementando.
¿Y tú, feliz porque la selección de futbol “de Hugo”, le ganó 2-1 a Paraguay?
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