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15 marzo 2007

A George Bush no le sirvió para nada su paseo por AL

Buenas noches a todos los lectores fieles de Revoluciones, les quiero compartir estas notas sobre lo que Bush sigue padeciendo a pesar de su paseo que tuvo por AL, ¿vieron la nota donde Bush incluso llamo "presidente Zavala" a Calderón? ¡wao! tan mal andan las relaciones entre México y los EUA.

El gobierno de Bush, inmerso en una ola de acusaciones de abuso de poder

David Brooks

Justo cuando el presidente George W. Bush partió a su gira por América Latina para promover una "revolución" por la "justicia social" en nombre de George Washington y Simón Bolívar, en casa se anunció una tragedia con consecuencias mundiales: la muerte del Capitán América.

Y es que mientras el presidente ofreció la visión estadunidense en América Latina, en casa le esperan una serie de problemas y potenciales escándalos, desde las implicaciones políticas de la condena judicial al ex jefe de equipo de su vicepresidente Lewis Libby, al creciente escándalo por sospechas de que la decisión de despedir a ocho fiscales federales fue motivada por razones políticas y ordenada desde la Casa Blanca, el costo político de revelaciones del maltrato a soldados heridos en la guerra, y el incesante problema de la crisis de la política estadunidense en Irak, entre otros.

Sólo ayer, el general del ejército Kevin Kiley fue obligado a renunciar por el escándalo del trato a soldados heridos en el centro médico militar Walter Reed. Hace unos días, el secretario del ejército hizo lo mismo, mientras continúan las investigaciones del asunto que ha dañado profundamente la imagen de que este gobierno apoya y rinde homenaje a las tropas que ha enviado a la llamada "guerra contra el terror".

Mientras tanto, el costo de la guerra en términos humanos es cada vez más público, en parte por el escándalo del Walter Reed, resultado de una investigación periodística del Washington Post. Un nuevo informe realizado por investigadores médicos difundido ayer -el estudio más grande de veteranos de la guerra en Irak y Afganistán (con 100 mil individuos)- reveló que casi un tercio regresan a casa con una enfermedad mental o serios problemas de "comportamiento". Entre lo que padecen está el abuso de droga y/o alcohol, "desorden de estrés postraumático", depresión y ansiedad.

En un intento por emplear el poco capital político que le queda, el gobierno de Bush insiste en que no hay opción más que seguir adelante, aunque sólo se atreve a declarar eso ante filas leales y bases de apoyo incondicionales, pero hasta esas se están reduciendo. Mientras Bush estaba en América Latina, su segundo, el vicepresidente Dick Cheney, intentó una vez más acusar a quienes se oponen a la estrategia de la guerra infinita de no apoyar a las tropas y, peor, ceder ante el enemigo.

En un discurso ante el grupo de cabildeo proisraelí en Washington (AIPAC) esta semana, Cheney acusó a legisladores que están considerando imponer una fecha límite para el retiro de tropas, a finales de 2008, de "promover una estrategia antiguerra" que "mina" a las tropas. Dijo que imponer condiciones sobre la guerra y buscar su conclusión sería "una validación plena de la estrategia de Al Qaeda", y que los demócratas que promueven eso son "contraproducentes y envían justo el mensaje equivocado".

Al reconocer que el Congreso ejerce un papel crítico en asuntos militares, Cheney insistió en que eso tiene sus límites, ya que "los militares se sujetan a un comandante en jefe en la Casa Blanca, no a 535 comandantes en jefe en el Capitolio".

Pero es justo el límite sobre el Poder Ejecutivo lo que está al centro del debate político en este país, no sólo en torno a la guerra en Irak, sino también sobre el empleo de sus poderes en casa.

En esta última semana la FBI ha tenido que reconocer su abuso de autoridad bajo el Acto Patriota al solicitar, sin orden judicial, documentos financieros y de comunicaciones de personas sospechosas de cometer actividades ilícitas. Hoy, el procurador general Alberto Gonzales, que enfrenta investigaciones del Congreso sobre el despido de fiscales federales aparentemente por consideraciones políticas, admitió que "se cometieron errores", pero rechazó las demandas de legisladores federales demócratas para que renuncie.

De repente, el gobierno de Bush está rodeado de acusaciones, investigaciones, revelaciones de abuso de poder y, como demostró el caso Libby, de actividades aprobadas a los más altos niveles para desacreditar a sus críticos. Con algunos de los niveles de aprobación de la gestión presidencial más bajos en más de 40 años (la última encuesta del New York Times/CBS News registró un nivel de aprobación de 29 por ciento), a Bush no necesariamente se le ofrecerá una bienvenida placentera de su viaje al sur de la frontera.

Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, concluye su nuevo libro Three Presidents and the Crisis of American Superpower en el cual acusa que la "guerra en Irak ha sido un desastre geopolítico", algo que podría llevar a Estados Unidos a una crisis casi fatal. "Nada podría ser peor para Estados Unidos...que si la política estadunidense fuese vista universalmente como arrogantemente imperial en una edad postimperial, inmiscuida en un retorno colonialista en un tiempo postcolonial, egoístamente indiferente frente la interdependencia global sin precedente, y culturalmente fariseo en un mundo de diversidad religiosa. La crisis del superpoder estadunidense entonces sería terminal".

Tal vez por todo esto es que se anunció la muerte del Capitán América. El superhéroe del cómic creado en 1941 con la figura patriótica contra los nazis, es asesinado en el número más reciente, manchando de sangre su disfraz tricolor con una estrella de la bandera estadunidense. "Es muy mal momento para que se vaya. Ahora lo necesitamos más que nunca", comentó su creador Joe Simon, de 93 años. El guionista de la serie dijo que deseaba ver qué significado tenía el superhéroe en "estos tiempos polarizados".

El Oscar hoy ¿la Casa Blanca mañana?

Bill Press, Progreso Semanal

Entre los candidatos potenciales para la presidencia de EEUU por el Partido Demócrata, puede que él sea el mejor.

Es veterano de Viet Nam. Ha estado en contra de la guerra en Irak desde el inicio. Está encabezando la lucha en contra del calentamiento global. Ha sido representante a la Cámara, senador y vicepresidente de Estados Unidos. Es la estrella de uno de los más exitosos documentales de la historia. Acaba de ganar un Oscar. Y ha sido nominado al Premio Nóbel de la Paz.

Sí, Al Gore tiene una buena racha. Entonces, ¿por qué no se postula para presidente? Eso es lo que muchos demócratas se están preguntando. E incluso algunos republicanos. Joe Scarborough, de MSNBC, ex representante republicano, escribió recientemente una columna en la que prácticamente le ruega a Gore que se postule. Después de todo, dice Scarborough, Gore “tiene que saber que aunque la fama en Hollywood puede ser efímera, puede que la historia termine a su favor. El 2008 está empezando a parecer que es el año de Al Gore”.

Esa es la opinión de un republicano. He aquí la opinión de un demócrata: si Gore decide postularse para presidente, creo que estaría cometiendo un grave error.

Entiéndanme. Me encantaría ver a Al Gore en la Casa Blanca. Sería un gran presidente. Y si alguien merece ocupar la Oficina Oval, es él. Después de todo, ganó las elecciones del 2000 por más de medio millón de votos –y hay medio millón de razones por las cuales hoy estaríamos mejor si el Tribunal Supremo no le hubiera negado la corona –a él y a nosotros.

No obstante, sigo pensando que sería un error de Gore postularse. En primer lugar, seamos francos: él no fue un candidato tan bueno en el 2000. Ahora es mucho más fuerte, se ve más relajado y mucho más cómodo con su personalidad. No me gustaría verlo obsesionado otra vez por los tonos ocres.

Y además, aunque los medios ahora lo alaban, una vez que se convierta de nuevo en político van a saltar sobre él. Vean la última agitación acerca del uso personal de Gore de la energía. A la mañana siguiente de su triunfo en los premios Oscar, un tanque pensante que se autodenomina “independiente” acusó a Gore de no cumplir lo que predica acerca de la conservación de energía. El Centro de Tennessee para Investigación de Políticas informó que la casa de Gore en Nashville consume anualmente 220 000 kilovatios, 20 veces el promedio nacional. ¡Qué horror! ¿Es este hombre un hipócrita en su tema favorito?

De ninguna manera. Consideremos la inconveniente verdad. El tanque pensante de Tennessee que se denomina “independiente” es en realidad un derivado del muy dependiente Instituto Norteamericano de Empresas, financiado por Exxon. El ataque contra Gore fue lanzado en el muy dependiente sitio web Drudge Report, de donde lo obtuvo Noticias Fox, siempre tan “imparcial y balanceado”. Y por supuesto, manipularon los hechos.

Es cierto que la factura de energía eléctrica de Gore es de 221 000 kilovatios al año. Pero eso es para una mansión de 20 dormitorios con dos oficinas privadas, una para Al y otra para Tipper; una casa de visitas; y medidas especiales de seguridad. Para compensar ese consumo de energía, Gore sí practica lo que predica. Se hizo miembro de “Green Power Switch” (Interruptor de Energía Verde) de su localidad, donde las familias pueden calcular la huella de carbono de su residencia y comprar “compensaciones” –que se utilizan para brindar energía eólica o solar o plantar árboles. Por medio de esas compensaciones, Gore ha reducido su propia huella de carbono a cero –lo cual le cuesta $6 000 dólares extras al año.

¿Ven lo que digo? No importa todo lo bueno que Al Gore haga por el planeta, sus enemigos están emboscados para tratar de destruirlo, igual que hicieron en 2000. Ocho años después, no quisiera verlo pasar de nuevo por ese proceso doloroso.

¿Y para qué? Hoy es una estrella del rock. Es una de las personas más populares del planeta. Está haciendo más y divirtiéndose más que si fuera presidente. Junto con Bill Clinton, Bill Gates, Ted Turner y Oprah Winfrey, Al Gore es prueba viviente de que uno no tiene que ser presidente para hacer algo que valga la pena –y de hecho, ser presidente pudiera impedirle hacerlo.

Así que mi consejo para Al Gore es: No lo haga. Al menos todavía. ¿Quién sabe qué va a pasar de aquí a diciembre? El grupo de candidatos demócratas incluye a la mayor cantidad de talento político desde que Thomas Jefferson se postuló en contra de John Adams. Pero Clinton pudiera tropezar, Obama pudiera apagarse, y Biden, Dodd, Edwards y Richardson pudieran no arrancar.

Y entonces, ¿quién sabe? Pero por ahora: no te postules, Al, no te postules.

Bill Press es el anfitrión de un programa diario de radio sindicado nacionalmente, y autor de un nuevo libro, De cómo los republicanos se robaron la religión.

Tiroteo en Nueva York

Un hombre armado ingresó a una pizzería del barrio de Greenwich Village y mató a uno de los camareros. Luego intentó huir disparando por la calle hasta que finalmente perdió la vida en el intenso tiroteo con la Policía. Al menos 4 personas murieron en el episodio

Cuatro personas, entre ellas dos auxiliares voluntarios de la policía, murieron esta madrugada durante un tiroteo en una concurrida zona de bares y restaurantes en el corazón del barrio de Greenwich Village, en Nueva York, informaron las autoridades.

Entre las víctimas figura también el hombre armado que inició el tiroteo en torno a las 21.00 horas locales (02.00 GMT), cuando entró en una pizzería y mató a balazos a uno de los camareros, según fuentes oficiales citadas por "The New York Times" en su página web.

Los auxiliares de la policía, dos agentes voluntarios que vestían un uniforme muy similar al de los regulares y que no iban armados, se lanzaron entonces tras el individuo por las calles del barrio, ante el pánico de los viandantes.

Durante la persecución, el hombre se volvió varias veces y disparó contra los agentes auxiliares, que murieron a consecuencia de los disparos.

Poco después, agentes de la policía mataron al pistolero, indicaron las fuentes.

Según testigos citados por el diario, el hombre armado disparó hasta 30 veces durante su alocada carrera por la calle Sullivan, causando el pánico entre los viandantes y los clientes de los bares y restaurantes del lugar y un club llegó a suspender su espectáculo.

Se trata de la segunda noche consecutiva en la que policías de Nueva York han sufrido ataques, después de los disparos recibidos la madrugada anterior por un policía en un restaurante de Harlem y otro en una estación de metro de Brooklyn, según el periódico, que recuerda que los dos sobrevivieron.

El imperio cae y cae...

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