Buscar este blog

19 marzo 2007

La Presidenta de Chile en México

Esto salió ayer en la edición 1585 de Proceso, chequen esta interesante:

Michelle Bachelet en México

Marta Lamas

Esta semana llega a México en visita oficial la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Además de varios actos oficiales, entre los que destacan una intervención en San Lázaro y la recepción de las llaves de la Ciudad de México, Bachelet tendrá un encuentro literario en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el que participarán también los escritores chilenos Isabel Allende y Antonio Skármeta. El moderador será el rector Juan Ramón de la Fuente. El interés de Bachelet por la cultura quedará de manifiesto con su visita a la escuela pública “Pablo Neruda”, donde entregará libros para la biblioteca de este plantel, con lo cual iniciará una campaña de donaciones.

Luego, la presidenta chilena viajará a Monterrey, donde se reunirá con el gobernador Natividad González Parás y con empresarios locales, e inaugurará la Cátedra Gabriela Mistral en la Universidad Autónoma de Nuevo León. A esta Cátedra se invitará a quienes conocen la obra de Mistral para que impartan conferencias y den clases. El material que ahí se exponga será recopilado y es probable que se publique por lo menos un libro cada año. Ésta es una propuesta con gran valor simbólico. Gabriela Mistral fue una lúcida y comprometida intelectual, defensora de los indígenas y mestizos latinoamericanos. Su estancia en México para apoyar el programa educativo de José Vasconcelos la vinculó afectiva y políticamente para siempre con nuestro país. La importancia que Bachelet le otorga a la cultura tiene que ver con el cambio político y cultural sustantivo que ha impulsado en Chile y que ojalá tenga repercusiones en nuestro país.

Es un hecho que la presidenta Bachelet alentó muchas expectativas, especialmente entre las mujeres. Divorciada, madre de tres hijos, socialista y atea, ella representaba a amplios sectores de la población que no habían visto sus deseos y necesidades reflejados en la agenda gubernamental. Su gesto de nombrar un gobierno paritario fue más eficaz que cualquier discurso feminista. Desde su condición de hija de militar leal al presidente Salvador Allende, que fue torturado y asesinado por el general Pinochet, Bachelet se propuso ganar la confianza de Chile, y restañar viejas heridas.

En su “carta de navegación” la presidenta chilena declaró: “Tenemos el compromiso de llegar al 2010 con un país más moderno, integrado, desarrollado y solidario, con una sociedad cohesionada, centrada en los ciudadanos”. Las cuatro grandes transformaciones y cuatro áreas de trabajo que planteó Bachelet son: 1. Reforma del sistema de previsión social, para asegurar pensiones dignas y decentes. 2. Educación de calidad. 3. Innovación para el desarrollo y 4. Calidad de vida. O sea, pretende lograr un Chile más seguro, más próspero, en el que se viva mejor y que esté más integrado. Además de esas prioridades, Bachelet ha seguido desarrollando los cambios profundos iniciados en las administraciones anteriores, como imprimir mayor solidaridad al sistema de salud, compromisos explícitos respecto de los derechos ciudadanos, la más importante reforma a la justicia de los últimos 100 años, la transformación radical del sistema de transporte público de Santiago, que incluye un papel planificador clave del Estado para cuidar el medio ambiente. Debe destacarse que esas reformas, que insertan la participación del sector privado bajo una dirección estatal, constituyen una alternativa al modelo neoliberal.

Gobernar con un equipo nuevo, joven y paritario se dice fácil, pero ha sido difícil. Además, Bachelet ha tenido que encarar problemas heredados. En el plano político, tal vez la mayor dificultad que enfrenta radica en el desgaste de la coalición gobernante, tanto por las consecuencias negativas por el tiempo que lleva la concertación en el ejercicio del poder (con escandalosos casos de corrupción), como por el hecho de que cuando termina un proceso de transición emergen nuevos temas. Pese a ello, las encuestas le otorgaron a Bachelet su primer año de gobierno una aprobación ciudadana de más del 50%, cifra que Eduardo Frei nunca alcanzó en sus seis años de gobierno y que Ricardo Lagos apenas logró durante el cuarto año de su gestión. Pero esas mismas encuestas registran que un 59% de los consultados consideran “débil” a la presidenta y un 48% considera que ella ha actuado sin destreza ni habilidad, mientras que un 44% opina lo contrario. El estilo sencillo de Bachelet ha sido interpretado como debilidad. Paradójicamente, la virtud que la hizo ganar se considera ahora como flaqueza. Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales, dice que es una presidenta mal evaluada pero en la que confía la gente.

El objetivo de Bachelet de “construir una democracia cada vez más cohesionada, donde todos los ciudadanos tengan espacio para participar y deliberar y donde todos los derechos y libertades sean respetados” ha concitado una inmensa reacción de apoyo ciudadano. A un año de su toma de posesión, la presidenta de Chile ha rebasado las expectativas que despertó y, sobre todo, ha sorprendido con sus gestos simbólicos. Uno, muy relevante, fue que, al limitar las exequias de Pinochet al ámbito militar, Bachelet logró explícitamente que el recuerdo del dictador no ingresara al panteón cívico. Así, como señaló Carlos Peña, al negarle a Pinochet el funeral republicano de Estado, Bachelet respetó la memoria colectiva de sus compatriotas.

Otro de sus aciertos ha sido elegir el eje de la protección social para ampliar la modernización democrática en Chile. En menos de un año de gobierno, Bachelet aumentó las pensiones bajas a más de un millón de chilenos y garantizó la atención de salud a los más necesitados. Para este año, destinó 2 de cada 3 pesos del presupuesto a inversión y gasto social. Todas las personas enferman y todas van a envejecer, y al construir un sistema de protección social que dé a los chilenos y sus familias “la tranquilidad de saber que tendrán un trabajo digno y decente, que tendrán una vejez digna”, Bachelet está sentando los cimientos de una sociedad más igualitaria y solidaria. Transformar el modelo de seguridad social es, en el fondo, transformar el Estado. La presidenta Michelle Bachelet está logrando, a su manera, lo que toda América Latina está exigiendo: mejorar la calidad de vida y cambiar el modo de hacer política. Esto es más que enterrar a las viejas mañas políticas; es darle oportunidad a quienes quieren hacer de la política el lugar de la soberanía y la solidaridad. ¡Bienvenida, compañera!


Como notarán no es que venga a darle legitimidad al pelele, ella viene a lo suyo y pues el espurio Calderón debería en últimas recirbirla al son de "populista, peligro para AL, etc" pero no, el espurio le tiro el can porque sabe que es una chancecita más de obtener legitimidad. Y en efecto ya está aquí en México:

Llega Bachelet a México

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, llegó a las 19:35 horas a la ciudad de México, para reunirse con un tal Felipe Calderón, con quien suscribirá diversos convenios en materia comercial y cultural.

Bachelet Jeria arribó al Hangar Presidencial acompañada por el canciller chileno, Alejandro Foxley, así como de los ministros de Hacienda y Cultura, Andrés Velasco y Pilar Urrutia, respectivamente.

En el vuelo, procedente de Guatemala, también llegaron legisladores de grupos interparlamentarios de Chile; un grupo de empresarios encabezados por Andrónico Luksic, Ricardo Claro y Alfredo Ovalle, así como los escritores Isabel Allende y Antonio Skármeta.

Bachelet fue recibida en el Hangar Presidencial por Francisco del Río López y Mario Arriola Woong, directores generales de Protocolo y para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, respectivamente; así como el embajador de Chile en México, José Mario Goñi.

Hay que ver que payasadas dice Calderón, haber si no Bachelet también lo llama Zavala. Ja.

No hay comentarios.: