Durante 70 años el Partido Revolucionario Institucioanal marcó no la diferencia en México, sino la gran opresión que el gobierno puede ejercer en los ciudadanos. Sin embargo, es sorprendente ver como aun existen personas en la actualidad que al preguntarles sobre la política de nuestro país no ven otra opción fuera del PRI. Causa que se debe a que por mucho tiempo, el PRI era el único partido por el cual se podía votar.
En el año 2000 una pequeña luz brillaría para los mexicanos y para nuestro país. Luz que desafortunadamente se apagaría por barbaridades habladas y la falta de cultura del representante legal de nuestro México. Vicente Fox Quesada, candidato electo a la presidencia de México, no sería ni es la exepción. La estrategia utilizada por éste, no era del todo nueva, pero si conocida por todas las personas. Fox nos demostró que es fácil abrir la boca para prometer, pero, es difícil mover las manos para realizar lo que se prometió.
El sexenio de Fox culminó con escenas dolorosas, llenas de sangre y violencia. Actos que quedarían impunes y por supuesto el deseo ardiente de la gente clamando sólo por una cosa, justicia. Si viene siendo cierto que Fox fue el primer personaje en quitar al PRI de la silla presidencial, viene siendo cierto también que llego otro igual o peor que el anterior, el Partido Acción Nacional (PAN).
Sin embargo, para México no todo se veía mal. Durante las campañas de elección para concluir con el sexenio de Fox y comenzar otro episodio (aclaro sin dejar los daños en el pasado) se volvieron a manchar las páginas de nuestra historia. Ahora los personajes aparentemente serían otros, con otros nombres, pero con el mismo fin, destruir a nuestro país.
Felipe Calderón Hinojosa, tomaría la presidencia por un fraude electoral. Artimaña conocida por todos, pero desafortunadamente no aceptada. Aquí me atrevó a decir algo que suena un poco vulgar, pero que tiene razón -estan viendo, y no ven-.
Calderón sin escrúpulos tomó el 1 de diciembre un lugar que no le correspondía, decidió ponerse un título que a mi parecer le queda muy grande. Después de esto, la historia no finalizó, sería el comienzo de algo terrible, y que demostraría su ineptitud de gobernar. Calderón ha tomado malas decisiones, a aparentado estar vestido de oveja, cuando realmente es un lobo rapaz esperando recibir siempre un beneficio acosta de los mexicanos.
Sin embargo, existe un lado bueno. El 20 de noviembre nuestro Presidente Legítimo dio muestra que el presidente no se impone, sino que a base de jugar un juego limpio conquista a la gente. El Zócalo se vistió de alegría, de una emoción por escuchar las palabras de nuestro presidente, el Lic. Andrés Manuel López Obrador.
La gente hoy no es la misma. Ha decidido organizarse para crear una democracia sólida y desaparecer la apariencia de que todo en México marcha bien. Hoy nuestro México es testigo de un cambio, que lleva como fin la construcción de la IV Répública.
En el año 2000 una pequeña luz brillaría para los mexicanos y para nuestro país. Luz que desafortunadamente se apagaría por barbaridades habladas y la falta de cultura del representante legal de nuestro México. Vicente Fox Quesada, candidato electo a la presidencia de México, no sería ni es la exepción. La estrategia utilizada por éste, no era del todo nueva, pero si conocida por todas las personas. Fox nos demostró que es fácil abrir la boca para prometer, pero, es difícil mover las manos para realizar lo que se prometió.
El sexenio de Fox culminó con escenas dolorosas, llenas de sangre y violencia. Actos que quedarían impunes y por supuesto el deseo ardiente de la gente clamando sólo por una cosa, justicia. Si viene siendo cierto que Fox fue el primer personaje en quitar al PRI de la silla presidencial, viene siendo cierto también que llego otro igual o peor que el anterior, el Partido Acción Nacional (PAN).
Sin embargo, para México no todo se veía mal. Durante las campañas de elección para concluir con el sexenio de Fox y comenzar otro episodio (aclaro sin dejar los daños en el pasado) se volvieron a manchar las páginas de nuestra historia. Ahora los personajes aparentemente serían otros, con otros nombres, pero con el mismo fin, destruir a nuestro país.
Felipe Calderón Hinojosa, tomaría la presidencia por un fraude electoral. Artimaña conocida por todos, pero desafortunadamente no aceptada. Aquí me atrevó a decir algo que suena un poco vulgar, pero que tiene razón -estan viendo, y no ven-.
Calderón sin escrúpulos tomó el 1 de diciembre un lugar que no le correspondía, decidió ponerse un título que a mi parecer le queda muy grande. Después de esto, la historia no finalizó, sería el comienzo de algo terrible, y que demostraría su ineptitud de gobernar. Calderón ha tomado malas decisiones, a aparentado estar vestido de oveja, cuando realmente es un lobo rapaz esperando recibir siempre un beneficio acosta de los mexicanos.
Sin embargo, existe un lado bueno. El 20 de noviembre nuestro Presidente Legítimo dio muestra que el presidente no se impone, sino que a base de jugar un juego limpio conquista a la gente. El Zócalo se vistió de alegría, de una emoción por escuchar las palabras de nuestro presidente, el Lic. Andrés Manuel López Obrador.
La gente hoy no es la misma. Ha decidido organizarse para crear una democracia sólida y desaparecer la apariencia de que todo en México marcha bien. Hoy nuestro México es testigo de un cambio, que lleva como fin la construcción de la IV Répública.
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